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#Prensa Diario Concepción | Futura psicóloga UDD destaca en el básquetbol

El Diario Concepción realizó una entrevista a la estudiante de nuestra facultad en Concepción a raíz de su talento para el deporte. Te invitamos a leer el artículo.

«E | básquetbol ya es parte de su vida. Con 23 años y en quinto año de sicología en la U. del Desarrollo, la joven Javiera Muñoz se alza como pieza clave de un equipo, que más allá de competir en Adesup, disfruta de la buena onda, compañerismo y unión del grupo de jugadores que se armó. Bajo la dirección técnica de Patricio Priones, Javiera se alista para vivir su último año como estudiante-deportista en 2022.

Los inicios estuvieron lejos de Concepción. Javiera nació y se crió en Linares y ella misma es quien explica los motivos por los que se inclinó por el básquet sobre otros deportes. “Junto a mi hermana melliza (Francisca) tenemos una prima que cuando éramos chicas era nuestro gran ejemplo a seguir. Y como ella jugaba básquetbol, entramos a un taller en el colegio. Por Maule siempre competíamos estando en el primer o segundo lugar. En 2012 fuimos a un Nacional y en las competencias que hubiese, nos metían al deporte que fuese, porque igual rendíamos bien y había que llenar cupos. Mi mamá nos acompañaba a todos los partidos en el colegio, recuerdo que siempre se ponían con un puesto donde vendían bebidas y dulces para los niños, y ella siempre estaba ahí. Recibir apoyo desde pequeño es fundamental para desempeñarte bien en los deportes y poder rendir en otros ámbitos también”, aseguró.

Salto universitario

En 2017, Javiera entró a la UDD para estudiar sicología, una carrera que está muy cerca de terminar. “Ya estoy haciendo mi práctica. Me dolía terminar este año y no volver a jugar, pero hace poco me enteré que podré seguir una temporada más y eso me puso muy contenta”, cuenta, agregando que “cuando llegué a Concepción, una de las primeras cosas que hice fue meterme a la selección de básquetbol, pero me salí rápido porque no era lo que quería, había peleas en el equipo y no estaba esa hermosa sensación de jugar para pasarlo bien y despejarse. Recién en los últimos años volví a motivarme, porque desde 3ro y 4to se formó un mejor equipo que ahora lo pasa bien y va a disfrutar cada partido. El otro día, por ejemplo, íbamos perdiendo contra la USS por muchos puntos, pero en el entretiempo nos propusimos aprender delos errores, pasarlo bien en la cancha y disfrutar, si nos estábamos enfrentando a un equipo superior, becado y que entrena todos los días. Acá, a diferencia del colegio donde tenía beneficios para entrenar y salir de algunas clases, tengo que priorizar el estudio sobre los entrenamientos o torneos y es un poco decepcionante”.

Seguir creciendo

Javiera agradece cada una de las experiencias que ha vivido en su carrera deportiva. Para mí el deporte lo es todo. Formé lazos muy grandes en la etapa escolar, he viajado mucho y conozco gente gracias al básquetbol. Ya tengo una 100 medallas, desde que juego en el colegio, destaco las del campeonato mini Julio Vergara de Talcahuano, más las de regionales y nacionales. En la UDD estamos viviendo una muy linda etapa ahora con Patricio Briones como entrenador, ya que él tiene otra manera de ver el básquetbol y de formar equipos. El año pasado, más que a entrenar, nos juntábamos a compartir como equipo por Zoom o Teams. Eso sirve mucho para estar unidas como grupo. El mensaje es ese, a seguir juntas y que el deporte en la universidad sirva para que formemos amistades”, afirma Javiera.

Y no olvida a quienes siempre están a su lado: su familia. En Concepción es Francisca, su hermana melliza, con quien se complementa para que la distancia con su familia de Linares no sea tan notoria. Su madre Ema, su padre Luis y su hermano Sebastián, también son una pieza más que fundamental para el éxito que Javiera suma en el Biobío, desde lo académico y deportivo.

Hasta 2022 seguirá jugando por un equipo de básquetbol de la UDD, donde porta nada más y nada menos que la jineta de capitana. “Antes era súper picota, me enojaba en un entrenamiento y me iba, pero ahora tengo un rol distinto y no puedo estar peleando ni discutiendo por cosas que no valen la pena. Cuando veo una compañera que no está bien, trato de aplicar mi lado sicológico que he aprendido estudiando”, expresa. Y sobre su prima a quien tenían como ejemplo a seguir junto a su hermana, Javiera sentenció entre risas que “la superamos”.