Fecha: 07 de junio 2021
Nombre presentación: Coloquios DCDP: Metacognición en Cuadros Neuropsicológicos: Trastornos de Personalidad.
Expositor: Carlos Schmidt. Psicólogo, Universidad Austral de Chile. Estudiante de Doctorado en el programa Cerebro, Cognición y Conducta de la Universidad de Barcelona, España.
Resumen presentación:
El trastorno límite de personalidad (TLP) según el DSM se caracteriza por presentar desregulación en diversas áreas: interpersonal (relaciones inestables, esfuerzos por evitar el abandono), del self (alteración de la identidad, sensación de vacío), conductual (impulsividad, conductas autolesivas/suicidas), emocional (ira intensa, inestabilidad afectiva) y cognitiva (ideación paranoide, tendencia a la disociación).
Según la teoría Biosocial del TLP (Linehan, 1993), este trastorno se origina a partir de una disfunción biológica de la regulación emocional y de un ambiente invalidante (cuidadores que anulan o redefinen las experiencias emocionales), dando paso a la desregulación emocional característica del TLP. A partir de ello, se crea una terapia basada en tres componentes principales: la dialéctica, el conductismo y el budismo zen. Estudios randomizados han dado cuenta de su efectividad, encontrando que, en comparación con un grupo control, la terapia dialéctica conductual reduce la severidad de los síntomas nucleares del TLP y mejora el funcionamiento psicosocial. En términos de mecanismos de cambio de la terapia, estos se producen a nivel neurobiológico tales como aumento de conectividad fronto-límbica, reducción de activación amigdalar frente a estímulos dolorosos, aumento de materia gris, entre otros.
Investigaciones han demostrado que las personas con TLP presentan déficits en la habilidad metacognitiva, específicamente en la capacidad para integrar, diferenciar y controlar los estados mentales. En esta línea, el descentramiento, o la capacidad para observar pensamientos y sentimientos de una manera no apegada (como eventos transitorios) podría tener un rol importante para desautomatizar los sesgos cognitivos, a través de la meta-conciencia, la desidentificación de la experiencia interna y la reducción de la reactividad frente a contenidos mentales. Este tipo de prácticas se realizan en el modelo terapéutico de Linehan (DBT-MNF).
Un estudio comparativo entre terapias DBT-MNF y terapia interpersonal, encontró que ambos grupos de pacientes aumentaban sus habilidades de regulación emocional. Sin embargo, la sintomatología límite sólo se redujo en el grupo de terapia DBT-MNF y aumentó el descentramiento. Ésta última mediaba la relación entre terapia y sintomatología límite de manera directa e indirecta a través de la regulación emocional. Además, los cambios clínicos de la terapia DBT-MNF se asociaron con cambios en la conectividad funcional de la ínsula anterior derecha y otras estructuras de la red de saliencia.
Finalmente, un estudio con metodología de evaluación momentánea (evaluaciones diarias en contextos ecológicos) sobre emociones, descentramiento y autolesión, encontró que el descentramiento mediaba la relación entre tristeza y autolesión, reduciendo su ocurrencia.
Finalidad: Se destaca la relevancia de la metacognición en cuadros clínicos y su interacción con la regulación emocional para predecir el control de comportamientos disfuncionales. Esta habilidad puede ser entrenada a través de prácticas meditativas en conjunto con otras técnicas terapéuticas para reducir la sintomatología límite.
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