Las crisis pueden tener un origen social, económico o natural, y pueden ser de carácter global, nacional, local o incluso pueden estar focalizadas en particular dentro de un establecimiento educativo. La Unicef (2017) estima que, a nivel mundial, durante los últimos 50 años, 75 millones de niños entre 3 y 18 años han visto interrumpida su educación por crisis y emergencias humanitarias.
Chile es un país que cuenta con vasta experiencia en catástrofes y crisis, lo cual, como es de esperar, ha impactado de distintas formas los procesos educativos. En el contexto actual, la crisis sanitaria del Covid-19 ha obligado al cierre intermitente de Los establecimientos, afectando el normal curso del proceso educativo y aumentando la brecha de desigualdad en la población estudiantil, lo cual ha demandado al máximo a las comunidades educativas y sus líderes. Como señaló la Mesa Social Covid-19 en el área educativa (2020), esta emergencia ha generado un gran desafío de gestionar y liderar los procesos educativos bajo condiciones límites.
Continuando, la evidencia nacional e internacional ha enfatizado el rol fundamental que tienen quienes lideran los establecimientos en tiempos de crisis, en tanto permiten asegurar el funcionamiento de la institución educativa, así como también abrir paso a soluciones de carácter innovador que apunten a asegurar procesos de enseñanza y aprendizaje de calidad para todos los niños, niñas y jóvenes.
Gil (2017), indica que el liderazgo afecta la innovación de manera directa o propiciando una cultura y estructura organizativa abierta al cambio. Si sabemos que variadas innovaciones se están dando en la actualidad, acciones claves que los equipos directivos podrían liderar, por medio de un trabajo colaborativo, apuntan a identificar, amplificar y proyectar prácticas innovadoras que han impactado positivamente en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Para terminar, una consideración sistémica de apoyo a los equipos directivos en función de facilitar la innovación, es poner el Sistema de Aseguramiento de la Calidad, de manera concreta, al servicio de las comunidades educativas, descomprimiendo de tareas burocráticas a los equipos de los establecimientos (Todos al Aula, 2018), relevando explícitamente la innovación en herramientas claves del sistema (como los Estándares Indicativos de Desempeño) y abriendo espacios para generar desarrollo profesional en la línea de la innovación.
Alexis Moreira Arenas, docente Facultad de Psicología, UDD
Paulina Sáez Kifafi, docente Facultad de Psicología, UDD
Esta columna se publicó en los medios Página V y el portal Eduglobal.