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Conferencia: Interacciones adultos-niños y su rol en la regulación emocional infantil

Nombre presentación: Interacciones adultos-niños y su rol en la regulación emocional infantil.

Expositores: 

Dra. Marcia Olhaberry. Académica, Escuela de Psicología, Pontificia Universidad Católica de Chile. Psicóloga Clínica, Universidad de Chile. Doctora en Psicoterapia, Pontificia Universidad Católica de Chile.

Dr. Rodrigo Cárcamo. Profesor Titular, Facultad de Psicología, Universidad de Magallanes. Psicólogo, Universidad Mayor. Magíster en Psicología Cognitiva y del aprendizaje, Universidad Autónoma de Madrid, España. Doctor en Psicopatología del Desarrollo, Universidad de Leiden, Países Bajos.

Resumen presentación:

Interacciones Triádicas y Regulación Emocional Infantil (Dra. Marcia Olhaberry).

En general, se ha estudiado la regulación a nivel diádico, entendiendo cómo cada díada de cuidador-niño/a va desarrollando un estilo interaccional particular, basado en la coordinación secuencial de comportamientos. En este sentido, el adulto trae sus habilidades para autorregularse y regular al niño/a a partir de sus propias características y experiencias (salud mental, estilos de apego, redes de apoyo, función reflexiva, entre otros) y por su parte el niño (con sus características temperamentales, patrón de apego, desarrollo y salud) entrega señales al adulto para demandar la necesidad de co-regulación. La evidencia indica que la autorregulación favorece la capacidad de atender y concentrarse, el control emocional y las cogniciones necesarias para responder a las demandas del contexto. Por otro lado, la co-regulación tiene por objetivo contribuir a que el niño/a pueda regular sus estados internos. En los primeros años, la capacidad de los cuidadores para reflejar los estados internos infantiles y la respuesta sensible a las señales y necesidades van contribuyendo a regular el malestar y el estrés. A partir de este proceso, se va construyendo un vínculo afectivo, donde los niños forman representaciones de sí mismo y de los otros, y aprenden a identificar sus propios procesos mentales y de los demás. Así se genera un tránsito desde la co-regulación a la autorregulación.

La interacción triádica, por otro lado, aunque tiene los elementos esenciales de la regulación diádica, presenta ciertas complejidades muy importantes para una comprensión más acabada de las interacciones familiares. Específicamente, los actores de la tríada (dos adultos y un niño/a) cumplen roles activos y pasivos, favorece el desarrollo de habilidades interpersonales de mayor complejidad, el modelaje y aprendizaje, y la observación y reconocimiento de distintas perspectivas. 

La investigación sobre las interacciones triádicas en Chile aún es escasa. Por ello, el primer estudio tuvo por objetivo conocer los predictores de la sensibilidad de la madre y el padre y su efecto en la autorregulación infantil. En las madres, se encontró que las experiencias adversas predicen la sintomatología depresiva materna, la que a su vez afecta negativamente la sensibilidad de la madre. La sensibilidad materna predice mayor calidad de las interacciones triádicas y autorregulación infantil, pero no en la coparentalidad. En los padres, se encontró que las experiencias adversas predicen la sintomatología depresiva paterna, pero ésta última no predice la sensibilidad del padre, sino que lo hace negativamente el estrés materno. De la misma manera, se encontró que la sensibilidad paterna predice mayor calidad de la interacción triádica y la autorregulación infantil pero no la coparentalidad. Un segundo estudio tuvo por objetivo analizar las interacciones triádicas, la función reflexiva parental y su efecto en las dificultades socioemocionales tempranas de los niños. Se encontró que la función reflexiva parental se asocia con las dificultades socioemocionales y la calidad triádica, sin embargo, sólo la función reflexiva materna predice de manera indirecta las dificultades socioemocionales a través de la interacción triádica. Finalmente, un estudio en adolescentes encontró que, entre un grupo con psicopatología y control, las interacciones triádicas se diferenciaban según su grupo de pertenencia pero no en el nivel de autorregulación adolescente.

Se concluye que una perspectiva triádica puede enriquecer la comprensión de la regulación infantil al diferenciar las contribuciones de madres y padres, y se requiere considerar las variaciones según la etapa del desarrollo.

Trayectorias desde la hetero-regulación a la auto-regulación emocional en preescolares (Dr. Rodrigo Cárcamo)

La hetero-regulación refiere a la intervención de un otro (cuidadores, padres) que regulan las emociones de los niños/as que dan paso -a través de las interacciones sensibles- a la capacidad de regular de manera autónoma las experiencias emocionales. Durante los primeros meses de vida, la regulación emocional está controlada en gran medida por los mecanismos fisiológicos innatos y automáticos y está casi totalmente integrada en la díada cuidador-infante. A lo largo del desarrollo, hay una transición gradual desde la dependencia primaria en los procesos de co-regulación entre los bebés y sus cuidadores a niveles crecientes de autorregulación independiente.

Sin embargo, el momento en que se establece la hetero-regulación es importante. Dos estudios en Chile sobre la calidad de la interacción materna en niños que asistían a sala cuna mostró que el ingreso temprano a sala cuna afecta la sensibilidad materna y el vínculo de apego, dos importantes predictores de la regulación emocional. Por otro lado, otro estudio en sala cuna encontró que los niños con apego seguro son quienes despliegan mayores emociones displacenteras en las primeras semanas de ingreso a la sala cuna a diferencia de sus pares inseguros (evitativos). En este sentido, los niños con apego seguro promueven mayor proximidad al dar señales de displacer y solicitar hetero-regulación del estrés, presentando una estrategia adaptativa en un contexto novedoso. Además, se encontró que cuando estos niños ya se encontraban adaptados a la sala cuna, variables como la sensibilidad de la educadora y la interacción en la sala cuna predicen más importantemente el bienestar infantil que variables del hogar del niño/a.

Como conclusión, podemos decir que el despliegue emocional y sus tonalidades tienen significados y funciones distintas a través del ciclo vital tempranos y que contamos con un período crítico para la formación de vínculos afectivos que pueden verse afectados por cuidados no-maternales, sin embargo, estos cuidados no-maternales proveen una instancia adaptativa de hetero-regulación cuando se dan en el momento, calidad y contexto pertinente.

Finalidad: La regulación emocional infantil es una de las habilidades cruciales para el desarrollo adaptativo. Los cuidadores -ya sea la madre, el padre o educadores- apoyan esta habilidad a través de las interacciones cotidianas con los niños/as, a través de las respuestas oportunas a las necesidades emocionales, la verbalización y el modelamiento. La conformación específica de los cuidadores (díadas, tríadas, grupos en el contexto educativo) presentan complejidades y oportunidades para que los niños desplieguen sus habilidades regulatorias.

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