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#OpiniónExperta- «Es normal sentir ansiedad», Ana María Salinas

El área de Recursos Humanos de la U. del Desarrollo, entrevistó a la directora del Servicio de Psicología Integral (SPI), Santiago, con el fin de entregar más información respecto a las cuarentenas y los efectos en la Salud Mental, respecto al confinamiento.

¿Cómo manejar la ansiedad en confinamiento? ¿Cómo lidiar con el estrés y cuidar la salud mental? Con estas inquietudes nos comunicamos con Ana María Salinas, Directora del SPI de la Facultad de Psicología, sede Santiago.

Comenzamos hablando del concepto de ansiedad. En términos generales, Ana María señala que “se trata de una emoción, de componentes biológicos y conductuales, en respuesta a un estímulo. En el actual escenario, la ansiedad podría producirse por un cambio de rutina y por las diferentes y múltiples tareas que nos toca afrontar a raíz del encierro”.

Sobre esto mismo, agrega: “El encierro trae consigo consecuencias psicológicas importantes, fundamentalmente porque no se trata de un confinamiento libre y autodeterminado, sino que es obligado y se complejiza, entre múltiples otros factores, por la incertidumbre de lo que puede pasar con nuestro propio estado de salud o el de los nuestros frente a un eventual contagio de Covid”.

Entonces, ¿cómo enfrentamos este escenario? Para Ana María, lo primero es establecer una diferencia entre los adultos y los niños. “En el caso de los adultos, es necesario comprender que en este contexto es normal y esperable que experimentemos ciertos niveles de ansiedad. Una vez reconocida la emoción, se recomienda: mantener virtualmente relación con amigos, familiares, compañeros de trabajo y seres queridos, con distancia física y no emocional; ser cuidadoso ante la excesiva exposición a informaciones en televisión y redes sociales; y establecer rutinas, con horarios de sueño, hábitos alimenticios saludables y algún tipo de actividad física”.  

En el caso de los niños, Ana María enfatiza: “Ellos estarán tranquilos en la medida que los adultos que los rodean también lo estén. Lo recomendable es apoyarlos con una rutina ordenada, donde existan horarios y actividades programadas, que obviamente se pueden flexibilizar. Es relevante marcar la diferencia entre lo que pasa de lunes a viernes y el fin de semana y generarles espacios para el desarrollo de la creatividad, los juegos, la lectura, etc. Finalmente, encargarles ciertas actividades domésticas y transmitirles informaciones de la pandemia que ellos puedan entender, también contribuirán a su serenidad”.