El planeta, las sociedades, las organizaciones, los equipos, las personas. En esa escala los humanos hemos sobrevivido crisis de todo tipo por milenios. Muy graves o graves, más o menos extensas, siempre las hemos superado. El asunto entonces no es si hay un futuro, ni siquiera cuándo llegará, sino su forma y contenido. Para ser estrictos, el futuro es una progresión de hechos actuales que están sembrando consecuencias que percibiremos en el tiempo inmediato, mediato y lejano. Así, el futuro no está “adelante” como algo desconocido por venir, sino que es una suma de azares y decisiones que están ocurriendo ahora, mañana, en los días venideros, y que van alimentando nuevas decisiones y efectos.
Veamos sólo uno de los más interesantes aspectos de la construcción del futuro desde el presente que vivimos: las decisiones que usted toma en su organización como líder, jefatura, supervisor, directivo o cualquier otra denominación que le acomode.
Debido a que las crisis generan aprendizajes acelerados ante circunstancias extremas, también generan normas, valores y prácticas sociales que se consolidan mediante la continuidad de las mismas en el tiempo. Entonces quienes lideran hoy tienen un desafío extraordinario: alertar del punto quiebre (la declaración de transformación), apoyar la creación de nuevas normas y prácticas, ajustar a sus equipos a esas novedades, monitorear los resultados, y todo lo anterior en una relación entre personas que valide (dé legitimidad) a ese liderazgo.
El punto es que esa legitimidad mayor o menor le acompañará por largo tiempo, pues las crisis profundas crean memoria perdurable: lo que usted haga o diga en una crisis será su “imagen histórica”. Tal como Winston Churchill, quien dejó un ejemplo de liderazgo prometiendo sólo “sangre, sudor y lágrimas” a los ingleses mientras les guiaba en una lucha a muerte contra la invasión aérea nazi que destruía día a día las ciudades inglesas.
Suena difícil, pero así ha sido siempre. Nada nuevo bajo el sol en cuanto a la naturaleza profunda de las relaciones humanas y de la vida en sociedad. Veamos algunas claves que puede considerar para estar a la altura del desafío:
Mucha suerte en este nuevo episodio crítico de la existencia humana adaptándose a nuestro mundo natural.
Daniel Soto Torres
Director del Magister en Desarrollo Organizacional y Dirección de Personas
Facultad de Psicología
Universidad del Desarrollo