Si pensamos en el bien superior de las niñas y niños en Chile, aumentar el postnatal es una medida concreta que puede tener un impacto positivo en el desarrollo infantil. Si bien 30 días de postnatal masculino aún es claramente insuficiente, y su efecto será menor si no es acompañado de más instancias que faciliten el involucramiento paterno, es un buen primer paso.
Diversos estudios -nacionales e internacionales- han demostrado el efecto positivo que tiene el involucramiento paterno en el desarrollo de sus hijos. Ni madres ni padres nacen sabiendo cómo llevar a cabo este rol y no existe tal cosa como el instinto maternal de cambiar pañales ni hacer dormir. Las primeras interacciones con los ellos son claves para aprender a leer sus necesidades y responder a ellas de manera adecuada. Por eso, en la medida que se avanza en este proceso, la autoeficacia parental aumenta y esta confianza permite un mayor disfrute del proceso de crianza, lo cual, a su vez, repercute positivamente en el involucramiento generando un circulo virtuoso.
Las condiciones actuales del postnatal en Chile promueven este proceso para las madres, pero lo dificultan enormemente para los padres. Los estudios muestran que los hombres son tan capaces como las madres de ser cuidadores cariñosos, sensibles y figuras de apego para sus hijos e hijas. Además, recientes investigaciones han reportado también que los hombres presentan cambios hormonales similares al de las mujeres en el periodo de pre y postnatal como, por ejemplo, la disminución de la testosterona, hormona asociada a la agresividad, y lo cual es interpretado como una “programación” para el cuidado parental.