Jimena Miranda
Coordinadora Académica de pre-grado Psicología UDD
Terapeuta Familiar y de Parejas

Según un estudio reciente titulado «#LaVidaCambia: Vida en Pareja», realizado por Samsung Chile -y que abarcó una muestra de 500 encuestas telefónicas-, el 51,50 % de las parejas jóvenes chilenas encuestadas prefieren solucionar sus conflictos a través de correos o mensajes de texto, señalando que la ventaja principal es la inmediatez de la respuesta, característica muy valorada en este mundo globalizado. Sin embargo, es necesario profundizar en las desventajas y consecuencias que este nuevo medio de comunicación podría tener en la dinámica de la pareja si se convierte en una de las formas más frecuentes de interacción.

De acuerdo a Paul Watzlawick, la comunicación humana es un proceso predominantemente circular que no puede ser comprendido a partir solo de los sujetos sino que debe centrarse en la interacción y las relaciones que estos establecen. Desde estas perspectivas diversas son las desventajas o “patologías” que pueden surgir en una interacción comunicativa como esta.

Para mantener una adecuada comunicación en la pareja los mensajes deben ser claros, directos y congruentes. Esto último es difícil de sortear en los mensajes de texto ya que no vemos al otro y no podemos chequear si su comunicación verbal coincide con la no verbal. Ya desde aquí podrían aparecer problemas de malinterpretación o simplificación de un mensaje.

Por ejemplo; dar por hecho que ambas partes manejan la misma información haciendo atribuciones erróneas y que podrían generar interpretaciones equivocadas o poner en duda el contenido del mensaje para no arriesgar la relación. En una comunicación sin interacción completa (verbal y no verbal) es más simple desconfirmar o rechazar al otro, negando la realidad que éste crea y sin hacerse cargo de las consecuencias emocionales que podrían acompañar estos actos.

Siempre es recomendable hablar en primera persona, mostrar una actitud flexible, disposición a escuchar y no evaluar al otro, lo que se dificulta sin el correlato de la interacción cara a cara con la pareja. Se entiende que la inmediatez de la respuesta sea lo que se busca en temas cotidianos y que dicen relación con las múltiples coordinaciones que deben sortear día a día las parejas. Sin embargo, en temas gravitantes como lo son la complicidad, la sexualidad o la toma de decisiones, usar medios tecnológicos como única vía de comunicación, empobrece la dinámica de la pareja, toda vez que se dificulta el pedir información al otro de cómo le llegó o hizo sentir el mensaje o simplemente verificar si se comparten los mismos significados en éstos temas.