El psiquiatra australiano estuvo de visita en la UDD durante la última semana de mayo y realizó diversas actividades para la comunidad.
El diagnóstico de trastorno límite de personalidad es una situación que se vive comúnmente en las consultas clínicas alrededor del mundo, no obstante, existe cierta resistencia por parte de los profesionales de la salud mental en su diagnóstico en personas jóvenes.
Para el psiquiatra australiano, Dr. Andrew Chanen, el diagnosticar a un adolescente con TLP es un beneficio más que un perjucio, pues la identidad y la personalidad están en constante cambio durante la vida, pero sobre todo en la juventud, por lo que se configura como un predictor de los trastornos en la adultez.
Sobre esto expuso el pasado 27 de mayo, en el workshop «Detección temprana e intervención oportuna en jóvenes con trastornos de la personalidad» en dependencias de la Universidad del Desarrollo. La apertura de la actividad estuvo a cargo de la decana de la Facultad de Psicología UDD, Teresita Serrano.
«Como Facultad de Psicología nos ha motivado esta temática muy vinculada a esta nuestra visión, que dice relación con contribuir a la comprensión de las temáticas que afectan la salud mental y bienestar de las personas, y desde ahí diseñar intervenciones que permitan aportar a su bienestar. Queremos aportar a la formación de profesionales, y también aportar al diseño de políticas públicas que permitan abordar y hacerse cargo de manera integral y multidisciplinaria de este problema«, señaló la decana a la audiencia de 80 personas que asistió a la actividad.
Además, aprovechó la oportunidad para agradecer públicamente al Dr. Chanen el haber viajado hasta Chile para compartir su experiencia de éxito en Australia. «Quiero agradecer al Dr. Chanen sobre todo por su generosidad y amistad. Ha estado muy abierto estos días, se ha reunido con personas de distintos ámbitos para poder compartir estos aprendizajes. Es una persona que tiene mucho que aportar y estamos muy contentos por ello», declaró Serrano.
La actividad se centró en exponer la relevancia de la detección e intervención temprana de trastorno límite de personalidad, la descripción de modelo de ayuda temprana en jóvenes, el modelo de atención y terapia Cognitivo Analítica con la que trabaja el Dr. Chanen, y la aplicación práctica que tiene este modelo.
La idea del workshop fue relevar la temática de la detección temprana del TLP, dada la complejidad que tiene este problema y el enorme impacto que genera a nivel individual e interpersonal. «La intervención en TLP es compleja y requiere una continua especialización por parte de los profesionales que trabajan en ella», señaló la decana.
Orygen Youth Healt (OYH)
El Dr. Andrew Chanen fundó y dirige la Clínica HYPE (Helping Young People Early), un programa de intervención temprana para el trastorno límite de la personalidad, los que incluyen atención clínica a jóvenes y sus familias, investigación y formación de especialistas en salud mental juvenil.
Esta iniciativa está enmarcada en el programa clínico Orygen Youth Healt (OYH), donde es director. Con él trabajan 250 profesionales en el centro, 150 investigadores y en el 2015 esperan tener 100 centros a lo largo de todo el país. La apuesta es que en la medida que se interviene tempranamente, se logra cambiar la trayectoria de la patología e incluso volver a la trayectoria normativa del desarrollo, de ahí su impacto. Este modelo de intervención temprana es parte del sistema de salud público en Australia, donde la salud mental es un tema primordial para el Estado.
Para el experto «la adolescencia es el momento preciso para intervenir a personas con TLP, pues es el momento de la vida donde se es más flexible«, puntualizó Chanen.
El tratamiento del modelo de HYPE se basa en la Psicoterapia Cognitivo Analítica, donde en 16 sesiones semanales se trata al paciente, y el foco está dado en un acuerdo mutuo entre las partes. «La persona tratada decide si involucrar a su familia o no, o qué miembros de ella pueden participar en las sesiones, por ejemplo», señala Chanen. El promedio en HYPE es de 11 sesiones, y solo el 30% completa el programa.
El doctor establece que una de las ideas principales del programa, es comunicar. «El TLP no es raro ni incompresible, es un problema serio que puede ser tratado, no es una sentencia de vida o una falta particular de una persona, es importante que el paciente lo sepa. Algunas personas pueden experimentar más resistencia que otras, por lo que es preciso trabajar en conjunto y tener metas comunes para el trabajo y la vida, ésos son pasos importantísimos».
Por último, señaló que «es fundamental aprender sobre si mismo, sus reacciones y las maneras de ayudar a encontrar maneras efectivas de salir adelante».