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#Opinión LPEM Noticias | Hiperconectados sin voz ni voto por Dr. Pablo Cea

Según la reciente encuesta electoral Criteria Research, la intención de voto en adultos jóvenes de entre 18 y 24 años es de un 71% por el cambio en segunda vuelta. Es posible que esta tendencia quede sólo en intención, porque nuestra pregunta de fondo es ¿Cuál es el desencanto que aleja a estos centennials de las urnas?

Al parecer, a esta generación de hiperconectados no se le invitó a la fiesta y se quedaron pateando piedras o combatiendo Valorant, que viene siendo la moda de turno.

Mas del 80% de los jóvenes ingresan año a año a un mercado laboral que los relega al asiento de una moto de reparto o a preparar comida rápida, porque son el 40% menos calificado que alcanza apenas el 4° medio.

Indagamos este desencanto de los centennials, elaborando una encuesta Panel Ciudadano con representatividad metropolitana en la que descubrimos algunas respuestas.

Más que inserto en el trabajo, el centennial parece haber desertado. La encuesta panel revela que sólo el 24% de estos jóvenes se encuentra hoy activo en el mercado laboral. De este escaso grupo, sólo el 17% utiliza medios tecnológicos en una jornada de trabajo completa, en contraste con el 48% que acumulan los otros segmentos etarios.

Estos hallazgos se extreman cuando detectamos que el 68% de jóvenes del segmento económico ABC1 utiliza medios tecnológicos en el trabajo, en contraste con el 28% de usuarios detectado en el segmento económico D+E.

La ironía para estos pobres hiperconectados, que en un 92% usan su smartphone, es que están lejos de ejercer sus habilidades tecnológicas en la vida laboral, porque su precario empleo no les da la oportunidad de conquistar el uso de softwares más productivos que League of Legends.

Contrario a lo que ha sostenido la cuarta revolución digital, las competencias tecnológicas autoformadas yacen en el basurero del empleo básico e informal.

Y este desencanto que impulsaría un cambio, hasta aquí ha quedado sólo en la intención pasiva, porque el 75% de estos jóvenes no votaron en la primera vuelta, lo que se agudiza en el segmento económico más bajo. Por contraparte, sabemos que el 80% de los mayores de 55 años sí votaron en la última elección, con una clara tendencia al conservadurismo.

Como símbolo de desencanto, el estallido social, por cierto, liderado por centennials, llevó a los estudiosos a promulgar el término cohesión social para referirse a la necesidad de integración comunitaria, que hoy forma parte de todos los programas políticos.

Ante este auspicioso escenario electoral, nuestros hiperconectados sin voz ni voto, gibados de agacharse al celular y sin más horizonte que su whatsapp, miran con sospecha las promesas de cohesión social que no encontraron cumplidas en la tecnología, ni en el trabajo ni en las urnas.

Pablo Cea
Doctor en Psicología
Investigador Facultad de Psicología UDD

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