Fecha: 07 de julio 2021
Nombre presentación: Coloquios DCDP: Macro-coordinaciones y micro-coordinaciones en la interacción humana cotidiana.
Expositor: Dr. Carlos Cornejo. Profesor Titular, Escuela Psicología, Pontificia Universidad Católica. Director del Laboratorio de Lenguaje, Interacción y Fenomenología, Escuela Psicología, Pontificia Universidad Católica. Psicólogo, Pontificia Universidad Católica. Doctor en Filosofía, Universidad de Colonia, Alemania.
Resumen presentación:
Existen diferentes ejemplos (actividades deportivas, lúdicas, musicales) en que se pueden observar movimientos coordinados y sincrónicos entre seres humanos. Aunque muchas veces estas coordinaciones humanas son difíciles de percibir a simple vista, éstas se generan constantemente. Este fenómeno se ha denominado de diversas maneras tales como espejamiento, coordinación, sincronía, y principalmente se estudia mediante tres tipos de técnicas: el video análisis (micro-análisis, análisis de energía del movimiento, codificació conductual, etc.), rastreo de movimiento (acelerómetros, potenciómetros, sistema de captura de movimiento magnética, etc.) y técnicas psicofisiológicas y neurofisiológicas (ECG, GSR; fMRI, EEG).
Se encuentran diferentes factores psicosociales que impactan la coordinación. Dentro de las variables individuales se encuentra la competencia social, los motivos sociales, el atractivo físico, las preocupaciones persistentes sobre la evaluación social. Por el contrario, se ha observado que algunos cuadros psicopatológicos y déficits socio-cognitivos exhiben dificultades en la coordinación (esquizofrenia, trastorno de ansiedad, trastorno del espectro autista). Por otro lado, las variables contextuales que predicen la coordinación son contextos interactivos de cooperación, competición o de diversión. En contraste, la coordinación se reduce cuando los participantes adoptan un tono afectivo negativo o interacciones conflictivas.
No obstante, las investigaciones demuestran que la coordinación también influencia factores psicosociales. En el dominio de la afectividad, se ha observado que la coordinación promueve el afecto positivo, la confianza, los vínculos sociales, la afiliación y el rapport. En el dominio de la prosocialidad, se ha encontrado una relación entre coordinación y la ayuda en infantes y niños, así como cooperación, compasión y conductas altruistas en adultos.
Aunque existen experimentos muy controlados que permiten obtener mediciones más fácilmente, muchas veces las actividades que los individuos realizan en estos estudios se alejan de acciones cotidianas. Es por ello, que se propone realizar investigaciones con mayor validez ecológica, por ejemplo, a través de grabaciones de sesiones de conversación entre los participantes o interacciones entre infantes y adultos. Un estudio realizado en el laboratorio infantes y una adulta en una condición espontánea y no espontánea (Persona externa que cuenta cuentos/no realiza la actividad). Cuando se comparan ambas condiciones se observan dos fenómenos distintos: sincronía evidente que se da en la condición no espontánea y que es de tipo artificial y las micro-coordinaciones sutiles que se dan en toda interacción humana y de manera espontánea. Se hipotetiza la existencia de una diferencia en término de funciones entre los dos tipos de coordinaciones: los movimientos especulares (de tipo espejo), que cumple funciones de tipo afectivo y de formación de vínculos, y los movimientos de tipo anatómicas, con un carácter más intelectual y dilatada en el tiempo.
A partir de esto, se realizó otro estudio en donde participaron niños y niñas de 3 años, en un contexto similar al anterior, sin embargo las condiciones son dos tipos de cuentos: uno referencial y otro emotivo. Se encontró que en la condición referencial, se presentaban mayor cantidad de movimientos de tipo anatómico, mientras que en la condición emotiva, movimientos de tipo especular.
Finalidad: Las personas se coordinan constantemente, aunque no siempre sean visibles al ojo humano, y éstas pueden ser de tipo anticipatorias o simultáneas. Las investigaciones presentadas concluyen que la sincronía espontánea revela la aparición de micro-coordinaciones mientras que en la sincronía no espontánea aparecen macro-coordinaciones. La sincronía cubre diferentes tipos de coordinaciones, que presentan diferencias temporales y morfológicas. Los movimientos anatómicos son característicos de interacciones intelectualmente guiadas, mientras que los movimientos especulares aparecen en interacciones guiadas afectivamente.
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