Fecha: 27 de mayo 2021
Nombre presentación: Charla CARE: Neurociencia, Metacognición y Educación
Expositores:
Dr. Gabriel Reyes. Profesor Asistente, Jefe de Laboratorio de Ciencias Cognitivas, Facultad de Psicología, Universidad del Desarrollo. Psicólogo, Universidad Mayor Magíster en Ciencias Cognitivas, Ecoles des Hautes Études en Sciences Sociales, Francia Doctor en Ciencias Cognitivas, Universidad Pierre and Marie Curie, Francia.
Dr ©. Mauricio Barrientos. Estudiante del Doctorado en Ciencias del Desarrollo y Psicopatología, Facultad de Psicología, Universidad del Desarrollo. Psicólogo, Universidad Austral.
Resumen presentación:
La metacognición es el conocimiento que cada uno tiene acerca de sus propios procesos y estados mentales. Se ha conceptualizado también como “pensar sobre el pensamiento” y permite el monitoreo y control de los procesos y productos cognitivos. La metacognición es un proceso dual: control y monitoreo. Ambos procesos proveen retroalimentación hacia el segundo, como un loop.
Aunque en general se ha estudiado de manera individual, hoy día es importante entender también que la metacognición implica un tercero. Esta es una habilidad exclusivamente humana que ha evolucionado a través de la toma de decisiones colaborativa y nos permite compartir y justificar nuestra conducta a otros.
Las áreas neurales asociadas a la metacognición son la corteza prefrontal dorsolateral (lectura de la intensidad de la señal sensorial y transmisión a la aCPF) y la corteza prefrontal anterior (juicio de confianza). Dentro de la evidencia más robusta se sabe que la metacognición varía desde la niñez a la adolescencia, que la variabilidad metacognitiva se relaciona con marcadores neuroanatómicos específicos, que la habilidad metacognitiva es estable a través de diferentes tareas perceptuales y que en algunos trastornos psiquiátricos se encuentra mermada.
El estudio de la metacognición en el área educativa también ha sido muy fructífero y relevante, considerándose incluso como una de las habilidades nucleares del siglo XXI. Se ha encontrado evidencia robusta acerca de que la metacognición es la variable individual que mejor predice el aprendizaje (sobre variables cognitivas, emocionales y psicomotoras), siendo incluso mejor predictor del aprendizaje que la inteligencia. Además se asocia con mejor desempeño en distintas asignaturas (por ej. STEM, EFL) en distintos contextos (aprendizaje autónomo, social o a través de medios digitales), en otras habilidades académicas (razonamiento matemático, aprendizaje lingüístico) y mejor disposición para el trabajo colaborativo en el aula.
Considerando todos los resultados positivos de la metacognición, resulta vital conocer cómo potenciarla. La evidencia ha sido bastante diversa en la temática, encontrando mejoras en la metacognición a través de redes de tutorías, métodos de evaluación específicos (por ej. donde los estudiantes deben revisar la tarea, evaluar fortalezas y debilidades, planificar y reflexionar) así como intervenciones basadas en mindfulness. Sin embargo, aún es necesario precisar los mecanismos a través del cual estas intervenciones mejoran la metacognición.
Finalidad: La metacognición presenta una gran variedad de beneficios para los individuos, especialmente en su aprendizaje. A partir de la capacidad para reflexionar sobre sus propios procesos mentales los estudiantes aprenden autónomamente. Su gran impacto en el aprendizaje independientemente de otras variables cognitivas (como la inteligencia) releva su rol principal en el área educativa.
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