Fecha: 14 de abril 2021
Nombre presentación: La regulación emocional desde una perspectiva transdiagnóstica en salud mental.
Expositor: Dra. Pamela Parada Fernández. Universidad Europea del Atlántico, Santander, Cantabria, España. Psicóloga, Universidad Católica Cardenal Silva Henríquez, Santiago, Chile. Máster, Universidad Miguel Hernández de Elche. Doctorado en Psicología Clínica y de la Salud, Universidad de Deusto, Bilbao, País Vasco, España.
Resumen presentación:
La perspectiva transdiagnóstica supone localizar los procesos psicológicos comunes subyacentes a los trastornos mentales. Se requiere dejar atrás los sistemas nosológicos tradicionales y dar un giro transdiagnóstico por varias razones. Dentro de ellas encontramos que al utilizar los manuales como el DSM-5 o CIE-10, podemos identificar numerosos índices de comorbilidad psiquiátrica. Además, en la práctica clínica se observa con frecuencia que un porcentaje importante de pacientes recae en la etiqueta “no especificado” para denominar un grupo de patologías. Asimismo, muchas veces los especialistas en salud mental se ven enfrentados a pacientes categorizados en una misma etiqueta diagnóstica, sin embargo, tienen muy poco en común entre ellos. Por último, en general existe evidencia sólida y clara de carácter orgánico para una cantidad reducida de trastornos. En este sentido, para comprender el espectro completo de la salud y la enfermedad se requiere adoptar una visión dimensional de la salud mental.
Dado el importantísimo rol de las emociones en la vida de los sujetos, resulta clave considerar sus procesos para entender de mejor manera la psicopatología. Cuando pensamos en diferentes trastornos (por ej. ansiedad, depresión, consumo de sustancias, trastorno de estrés postraumático, etc.) podemos identificar que un denominador común es la inefectividad de las estrategias de regulación emocional. En términos simples, la regulación emocional se relaciona con los procesos responsables de controlar, evaluar y modificar las reacciones emocionales. Su contraparte, la desregulación emocional, se puede dar de múltiples formas: por ausencia de activación, cuando no se activan estrategias de regulación a pesar de presentar altos niveles de disforia; por déficit de eficacia; cuando las estrategias de regulación son ineficientes o por empleo de estrategias disfuncionales, cuando se activan de estrategias inadecuadas para corregir las experiencias pero sin conseguirlo.
Cuando nos encontramos en la práctica clínica es necesario leer las conductas de los sujetos (autolesiones, compulsión por las compras o sexo, adicción a drogas, intento de suicidio) como estrategias de regulación emocional e identificar los procesos subyacentes que están mermados. Los sujetos recurren a estrategias ineficaces si presentan dificultades o poca capacidad para: identificar la experiencia emocional, experimentar un repertorio variado de emociones, pedir ayuda, regular la activación fisiológica, validar las experiencias emocionales o tolerar el malestar, frustraciones y/o afecto negativo.
Se postula una estructura latente de los trastornos emocionales de carácter jerárquica a partir de las dimensiones de afecto negativo y afecto positivo, acompañado por una hiperexcitabilidad de estructuras límbicas y la interrupción del control inhibitorio en las estructuras corticales. Además, la evidencia indica una triple vulnerabilidad: genética, psicológica generalizada (experiencias de ansiedad o estados negativos) y psicológica específica (experiencias personales).
Finalidad: La perspectiva transdiagnóstica tiene como objetivo identificar los procesos subyacentes a los trastornos mentales. La (des)regulación emocional tendría un rol fundamental en la aparición de la psicopatología y por ello es necesario indagar a fondo cómo operan las estrategias de desregulación emocional en los individuos para identificar sus causas y promover estrategias más adaptativas.
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