Tomar una pasantía fue una experiencia única. Al principio no me ubicaba dentro de la universidad y no entendía todo lo que se hablaba en las clases; sin embargo, la bienvenida por parte de la facultad fue muy cálida y se aseguraron de que me sintiera lo más cómoda posible. Estuve presente en clases de primero, tercero y quinto; vi algunas teóricas y otras prácticas, conociendo poco a poco la carrera. Me ayudó mucho para conocer el ambiente de la universidad, cómo son los profesores y las clases, ayudándome a tomar la difícil decisión de dónde estudiar y confirmando mi gusto por la carrera.
