El Laboratorio de Convivencia del Instituto de Bienestar Socioemocional (IBEM) de la Facultad de Psicología UDD, en conjunto con la Facultad de Gobierno, están desarrollando un programa de intervención con la participación de perros de terapia asistida en un establecimiento particular de enseñanza básica en busca de beneficios para sus estudiantes.
Tras la aprobación del Concurso Interfacultades de la Universidad del Desarrollo, el que tiene como objetivo “propiciar la colaboración entre facultades para el desarrollo en conjunto de proyectos que se encuentren vinculados a temáticas prioritarias”, se inició la colaboración entre ambas áreas de estudios beneficiando a alumnos y alumnas de ocho cursos de 5º, 6º, 7º y 8º básico en la asignatura de Orientación.
«Los beneficios directos aluden a la interacción con la mascota, el pasar un buen rato, el sentir emociones positivas en momentos de cuidado y organizándose para trabajar con la mascota. En el mediano y largo plazo uno puede ir desarrollando esta habilidad, la que se refleja en nuestra conducta cotidiana. Esa es la hipótesis de este tipo de proyectos, que si uno enseña sistemáticamente estas habilidades, se sostienen después en el tiempo», fue la explicación de Jorge Varela, Director del Laboratorio de Convivencia.
“El objetivo es examinar el efecto que tiene la presencia de perros en las actividades que se realiza con ellos en las competencias particulares, que son emocionales y también en el clima escolar dentro de la sala de clases”, enfatizó Francisca Cuevas, co-investigadora del Laboratorio de Convivencia.
Además, la profesional explicó los principales beneficios de este tipo de intervención. Manifestó que “la evidencia previa dice que la presencia de animales tiene una serie de efectos positivos en distintos niveles. Los animales pueden ser un facilitador social, el animal es un elemento que genera unión dentro del curso. Desde un punto de vista fisiológico, también nos relajan, nos generan más resistencia de calma disminuyendo el riesgo cardíaco”.
Tiene beneficios directos y beneficios indirectos. Los beneficios directos aluden a la interacción con la mascota, el pasar un buen rato, el sentir emociones positivas en ese momento que están cuidando, organizándose para trabajar con la mascota y eso es positivo. Y en el mediano-largo plazo uno puede ir desarrollando esta habilidad de cuidado, ¿cierto?, hacia otros y cómo eso también va impactando nuestra conducta cotidiana. Y eso es la hipótesis de este tipo de proyectos, que si uno enseña sistemáticamente estas habilidades, se sostienen después en el tiempo.
Cabe destacar que los animales Milú, Kuyen, Looney y Amanda están capacitados y bajo la supervisión de sus respectivos entrenadores pertenecientes a la institución Pitanga. La duración de esta intervención será de cuatro semanas y finalizará a fines de agosto.