La Facultad de Psicología llevó a cabo el seminario “Diálogos para la convivencia: Reflexiones y aprendizajes del Programa territorial de convivencia escolar y atención en crisis” el pasado lunes 15 de mayo, con el objetivo de reflexionar y discutir los factores que facilitaron o dificultaron su ejecución en los distintos niveles educacionales en comunas de la región del Biobío.
60 asistentes llegaron a la cita que contó con diversos análisis sobre los desafíos al interior de las comunidades educativas producto de los efectos de la pandemia en el programa “Seamos Comunidad” del Ministerio de Educación, con la intervención de la Universidad del Desarrollo a través de sus profesionales.
“Muchas veces se hacen estudios e investigaciones que son muy interesantes, importantes, pero no se dan a conocer y no se difunden en las comunidades, por lo tanto, queda ahí. La idea es que los resultados de este estudio impacten a distintas comunidades educativas y que puedan trabajar en eso a futuro”, enfatizó Marcela Aravena, vicedecana de Formación y Directora de Vinculación con el Medio de Psicología UDD.
El plan cuenta con cinco acciones prioritarias: bienestar y salud mental, fortalecimiento y activación de aprendizajes, revinculación y garantía de trayectorias educativas, transformación digital y conectividad, y por último el plan Nacional de Infraestructura.
“En 2023 tenemos 11 comunas, el objetivo es que se desarrollen acciones para trabajar en redes entorno a los establecimientos educacionales de distintos niveles. También hay que trabajar en cómo podemos intervenir frente a crisis que puedan ocurrir. Lo principal es hacerlo en conjunto”, fue el análisis de Elizabeth Chávez, Seremi de Educación de la región del Biobío.
INTERVENCIÓN UDD
El Programa de convivencia escolar y atención en crisis tiene un alcance en 60 comunas a nivel nacional. Respecto a la región del Biobío, se encuentran Concepción, Florida, Talcahuano, Hualqui, Los Ángeles y Cañete.
“Participamos junto con el Ministerio de Educación, en el programa ‘Seamos Comunidad’, y la idea era acompañar a los equipos a pensar en cómo volvemos a trabajar tras la pandemia, sobre todo en las relaciones, en la convivencia, en el bienestar y eso vamos a mirar, lo que aprendimos el año pasado y cómo deberíamos seguir”, explicó Viviana Hojman, líder en proyecto de Mineduc UDD e investigadora del Instituto de Bienestar Socioemocional (IBEM) de nuestra facultad.
La Universidad del Desarrollo tuvo presencia en tres de ellas a través de sus profesionales. Cañete contó con la participación de 24 escuelas y se detectaron necesidades entorno al desgaste emocional de los equipos, violencia entre estudiantes y acoso de los apoderados al elenco de trabajo. Mientras que los estudiantes fueron percibidos con mayor impulsividad, escaso compromiso a su proceso de formación, etc.
“Para la universidad es importante ver otras realidades para dar distintos alineamientos. El docente requiere un apoyo constante para el trabajo en convivencia escolar y en las demás subdimensiones”, sostuvo Juan Carlos Alvear, encargado de convivencia comunal de la Municipalidad de Cañete.
Según las conclusiones. en la comuna de Florida, las comunidades dicen sentirse aisladas con un «tejido social empobrecido». En los alumnos existe registro de crisis de pánico y otras problemáticas emocionales, junto a la deserción escolar, según el balance del Programa territorial de convivencia escolar y atención en crisis.
Tras el resultado del estudio, Jorge Varela, investigador del IBEM UDD, hizo una positiva reflexión: “Fue muy valioso escuchar en primera persona a los profesionales empoderados, preocupados y haciendo preguntas de cómo mejorar sus prácticas a futuro”.
Por último, Talcahuano. El análisis registró falta de tiempo para atender a las constantes necesidades emergentes y un bajo nivel de pertenencia. Los estudiantes fueron detectados con una autorregulación menos afectiva y se evidenciaron algunas conductas que constituían delitos provocando un quiebre severo en la convivencia.
“Fue muy interesante porque los problemas de convivencia se arrastran y nosotros llegamos a un conflicto de momento. Eso debemos intentar de solucionar con empatía para ir subsanando las heridas que tiene en curso una persona”, concluyó Nicole San Martín, psicóloga del Daem de Cañete y asistente al evento.