El cuarto de siglo o conocido también como los «25 años», edad que se caracteriza por el paso del mundo estudiantil al laboral, y en el que diferentes personas buscan tratar de independizarse de los padres y el forjar una propia identidad, entre otras situaciones.
Sin embargo, no todo es perfecto. Cada vez hay más jóvenes que sienten frustrados por la falta de empleo, poco reconocimiento y malas condiciones económicas que no le permiten tener una solvencia para irse del lado de su familia.
A raíz de eso, el docente de la Facultad de Psicología UDD, José Miguel Morales comentó que «Al darse (estos síntomas) antes, la persona puede sentir que no cuenta con todas las herramientas para prepararse para la vida adulta, lo que puede generar mucha ansiedad y hasta sintomatología depresiva”.