Con un alto porcentaje de la población vacunada, las instituciones de Educación Superior se preparan para recibir a los estudiantes en sus campos en 2022. El Mercurio conversó con la decana de Psicología UDD, Teresita Serrano, sobre la relevancia de la Salud Mental en este retorno.

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Niños, adolescentes y jóvenes se han visto afectado en sus estudios los últimos dos años, producto de la necesidad de implementar clases a distancia y adaptarse a diferentes formatos en el plano académico.

Especialistas han planteado que también, sobre todo alumnos universitarios y de enseñanza media, han sido fuertemente perjudicados en el aspecto socioemocional, para lo cual las instituciones de educación superior han buscado flexibilidades, como semanas de receso académico para reducir el estrés, que se ha potenciado con la incertidumbre sanitaria.

Con todo, y proyectando la mayor presencialidad en los campus desde 2019, las instituciones de educación superior trabajan en reforzar sus planes y programas de salud mental, tanto para alumnos como para profesores y funcionarios.

En la U. del Desarrollo, por ejemplo, aunque siempre han existido programas de apoyo para los estudiantes, a raíz de la pandemia se buscó agrupar las distintas iniciativas y crear un “Ecosistema de Bienestar Integral”, que aplica como una articulación de diferentes talleres orientados al bienestar, en varios niveles de acción.

Teresita Serrano, decana de la Facultad de Psicología de la UDD, plantea que “a propósito de la pandemia, estos problemas se exacerbaron, y además surgieron distintas problemáticas que también se manifiestan en profesores y colaboradores”.

La académica detalla que el apoyo se enfoca en campañas comunicacionales, consejerías y talleres. En estos últimos, “se abordan distintos temas, por ejemplo, como tratar ciertos temas cuando uno está sobrepasado con el estrés, y cómo aplicar ciertas técnicas concretas”, puntualiza, y añade que cuando se manifiesta un problema concreto en un estudiante “tenemos un servicio de psicología integral en donde se ofrecen atenciones”.

Fernando Purcell, vicerrector académico de la U. Católica, informa que “la UC ha reforzado el cuidado por la salud mental y bienestar.

Ya desde este año se sumaron profesionales y hay todo un sistema de apoyo desde la Dirección de Salud y Bienestar, complementado con instancias de apoyo estudiantil que buscan acompañar en distintos procesos que pueden generar dificultad y ansiedad”.

La U. de los Andes lanzará en marzo nuevos protocolos en Vida Universitaria para 2022, que abordan los pilares de ansiedad y estrés, ideación suicida, alcohol y drogas, y maltrato universitario.

Entre otros, por ejemplo, habrá talleres y cursos para el manejo de la ansiedad y estrés, planes de actividad física y autocuidado.

En la U. Alberto Hurtado, en tanto, se han reforzado las acciones de apoyo y contención de la comunidad universitaria con un fortalecimiento a los programas de Consejería Psicológica gratuita y talleres de prevención.

Deserción

Estudios han demostrado que jóvenes, sobre todo de sectores más vulnerables, han evaluado dejar sus estudios en la pandemia.

Impacto Especialistas han apuntado a que la salud mental de la población se ha deteriorado a nivel general, pero sobre todo entre estudiantes de la educación superior.