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#Prensa El Mercurio: Es importante que los profesores sepan cómo y cuándo brindar contención emocional a sus alumnos

Importante cobertura mediática ha tenido el estudio del CIME de Psicología UDD sobre la Educación Remota durante esta pandemia. Te invitamos a leer la publicación realizada en El Mercurio.

Ante la pregunta “¿A qué se le debe dar importancia en la educación en pandemia?”, un 62% de los escolares respondió que, en el contexto que están viviendo, lo más relevante es “que se haga contención emocional”.

Así lo reveló una encuesta online sobre enseñanza remota, aplicada entre septiembre y octubre de 2020 por el Centro de Investigación y Mejoramiento de la Educación (CIME), de la Facultad de Psicología de la U. del Desarrollo, a 968 estudiantes de todo el país.

El 92% de ellos eran alumnos de educación media y el resto estaba cursando 6°, 7° y 8° básico. «(Este 62%) es muy relevante porque denota la necesidad que tienen los estudiantes de recibir apoyo emocional. El objetivo de la contención es tranquilizar y estimular la confianza de una persona que se encuentra afectada emocionalmente. Los escolares nos están diciendo que quieren y necesitan ser escuchados y expresar lo que sienten”, explica Verónica Villarroel, directora del CIME.

El “problema” surge porque, debido a la crisis sanitaria, gran parte de la población, incluidos los profesores, siente estrés, angustia o agotamiento. En dichas condiciones, ¿cómo puede un docente lograr contener emocionalmente a sus alumnos?

Acompañar

Según Javiera Lacalle, psicóloga y asesora educativa de proyectos de Educación 2020, “el bienestar emocional es clave para lograr aprendizajes.

En ese marco, poder contener a una persona desde un estado de estrés puede ser muy complejo, por lo que resulta fundamental primero diagnosticar aquello que está estresando al docente”.

“Si bien las causas pueden ser multifactoriales, algunas de ellas pueden ser abordadas desde la escuela y, en ese sentido, lo aconsejable sería tener una conversación con ese profesor o profesora; por ejemplo, desde los equipos directivos, que busque identificar la causa y encontrar soluciones conjuntas que logren mitigar esa sensación de estrés”, agrega.

Solucionado dicho tema, “recién podemos hablar de contención de un profesor a un estudiante”, afirma Lacalle.

Para ello, un educador debe tener claridad respecto a qué es efectivamente la contención emocional: “No es evitar o negar las emociones, sino que acompañar y acoger al estudiante desde interacciones que le permitan expresar sus emociones, identificarlas y buscar caminos hacia la calma.

Aquí la clave es construir una relación de confianza con el o la estudiante, que permita tener conversaciones más profundas en el ámbito emocional”, precisa.

Villarroel coincide: “Lo interesante, y también paradójico, es que una forma de lidiar con emociones negativas y aumentar el bienestar es conectándonos con las personas que vemos a diario.

Establecer un vínculo afectivo es un factor protector para el ser humano.

En este sentido, una estrategia que los profesores pueden utilizar para disminuir su propio estrés es estableciendo una relación afectiva con sus estudiantes, conectándose genuinamente con ellos, implicándose”.

Primer apoyo

Para lograr esto en clases online, los educadores pueden ocupar los primeros minutos en un “check in” que les permita saber cómo se sienten los estudiantes.

Otra práctica es invertir parte del tiempo en que los alumnos conversen y se pongan al día, como si estuvieran en clases de manera presencial, y hacer recreos virtuales con juegos en línea.

“El profesor no es psicólogo. Toda su relación con los niños es mediante las clases y la materia, y a través de eso puede ser un buen diagnosticador. (Al regreso al aula presencial) van a llegar niños descompensados, porque se les murió un familiar o vivieron situaciones traumáticas. Los docentes no pueden hacerse cargo de la terapia, pero sí realizar una primera contención y saber a quién derivar”, dice Patricia Guerrero, doctora en sociología y académica de la Facultad de Educación de la U. Católica.

Y añade que, presencialmente, pueden fijarse en aquellos alumnos “mueble”: que no se mueven ni hacen nada o, por el contario, quienes llegaron al aula y están súper hiperactivos.

En ese caso, el profesor “puede realizar una primera contención, como decirle ‘respira» y luego buscar a los trabajadores sociales o psicólogos que puedan apoyar”, dice Guerrero.

“Entregar contención emocional no requiere aprender técnicas sofisticadas; por el contrario, la podemos brindar todos. Solo requiere de empatizar con el otro y escucharlo activamente. El hecho de mostrar disposición a escuchar con atención lo que el otro nos quiere transmitir, poniéndose en su perspectiva y tratando de comprender su vivencia, ya es contener emocionalmente. Lo importante es no criticar, no juzgar ni subestimar la experiencia del otro, mostrándole que es válido sentirse así”, finaliza Verónica Villarroel.

Dedicar 10 minutos de la clase virtual para que los alumnos digan cómo están es una forma de contener emocionalmente.