Expositores:
Fecha: 02-10-2020
Nombre presentación 1: Docentes promotores de Habilidades Socioemocionales: Desafíos y oportunidades para su formación
Expositora: Cindy Mels
Resumen presentación:
Los resultados de un estudio realizado por la Universidad de Uruguay en Montevideo indicaron que, si bien los docentes valoran contar con herramientas didácticas concretas para trabajar habilidades socioemocionales en el aula, también señalaban una necesidad de fortalecer su formación de base en estos aspectos. En base a esa necesidad, el Departamento de Psicología del Desarrollo y Educacional de esa universidad creó un proyecto de formación continua para docentes, que en la actualidad se encuentra en vías de implementación y validación.
Para desarrollar habilidades socioemocionales en la escuela se deben cumplir una serie de requisitos. En primer lugar, se requiere que existan las condiciones y apoyos para formar a la comunidad escolar en estos temas. Además, se necesitan docentes motivados y convencidos de la necesidad de trabajar las habilidades emocionales. Así también, se necesita un marco institucional que apoye este trabajo, para que los docentes no tengan que encarar ese trabajo por sí solos. Y, por último, se requieren modelos concretos, aplicados a la práctica, para que los docentes puedan trabajar las habilidades socioemocionales en el aula.
Pero respecto a estos requisitos existen una serie de desafíos y dificultades. En cuanto a las condiciones de formación, los programas de formación docente a nivel de la región reproducen un paradigma antiguo que tiende a la homogenización de los aprendizajes y a la transmisión de contenidos específicos. En la actualidad, existe un desencuentro entre una nueva visión de las habilidades socioemocionales que está circulando entre expertos y autoridades, que aún no se traduce en una formación docente acorde, y la visión tradicional que permanece. Las propuestas de formación continua suelen ser desarticuladas, a baja escala o con poca continuidad. Por otro lado, los docentes no ven un valor agregado ni consideran como parte de su rol el trabajo de las habilidades socioemocionales.
Para promover el desarrollo de habilidades socioemocionales en la escuela, debe existir un apoyo institucional sistemático. En el nivel de los docentes, se requiere una sólida formación de base, que incorpore las habilidades socioemocionales como uno de sus ejes, y un sistema de formación continua, con incentivos adecuados y un sistema de mentores que trabaje con los docentes. Además, se requiere un currículo educativo que le dé un lugar a las habilidades socioemocionales, y un sistema de evaluación y monitoreo que permita ajustar la política. A nivel del establecimiento educacional, se requiere un proyecto institucional que incorpore las habilidades socioemocionales en un abordaje integral que abarque todos los estamentos que están en ese centro. Pero también se requieren espacios de coordinación e intercambio que permiten que los docentes trabajen en equipo en torno a ese proyecto del centro educativo.
Y, a nivel de docentes, se necesitan docentes referentes al nivel de cada institución, que puedan aportar formación y guía a los docentes. Que puedan ser referentes para sus pares. Además, los docentes necesitan modelos de trabajo contextualizados y aplicados que les brinden herramientas didácticas concretas para trabajar las HSE en el aula.
Nombre presentación 2: Los vínculos en el aula como favorecedores del desarrollo socioemocional
Expositora: Christian Berger
Resumen presentación:
Las intervenciones en desarrollo socioemocional necesitan coherencia, comprehensividad y un abordaje ecológico. El trabajo debe ser conjunto y articulado, y debe considerar al menos los siguientes elementos: (1) Una política institucional de fondo; (2) Una gestión escolar y estilo de liderazgo coherente con lo que se busca desarrollar; (3) Una gestión coherente a nivel de aula, por parte de los docentes; y (4) Un modelo de desarrollo socioemocional coherente que sustente el trabajo en todos los niveles.
El modelo Socioemotional Learning (SEL) se basa en competencias socioemocionales, pero puestas en un contexto escolar que sostiene el desarrollo de estas competencias y fomenta una buena convivencia. En esta línea, el modelo desarrolla los siguientes elementos: (1) Cuestiona un énfasis excesivo en las habilidades; (2) Integra la dimensión contextual; (3) Es multinivel; y (4) Establece un ethos o estado deseado o esperado. Para esto, un concepto clave es el de seguridad psicológica que refiere a aquellos ambientes en los que los estudiantes se sienten seguros de mostrarse como son, sin que eso tenga consecuencias negativas para su estatus o autoimagen. Para esto, es importante el establecimiento de vínculos positivos en el aula, ya que la evidencia muestra que los vínculos interpersonales son fuente de seguridad y estabilidad.
Por ejemplo, un estudio en Chile intentó explicar los factores que favorecen la denuncia de bullying homofóbico en las escuelas. Los resultados mostraron que, cuando los estudiantes confían en el personal de la escuela, es más probable que reporten si un compañero/a está siendo agredido por su orientación sexual, pero cuando han escuchado comentarios homofóbicos por parte de los adultos, se reduce la confianza para denunciar. La investigación concluyó que, si bien las prácticas y discursos del personal escolar son importantes para construir confianza y un ambiente que no tolere la violencia, es aún más importante la existencia de políticas antibullying explícitas en la escuela. Es decir, no se trata solo de competencias de los estudiantes y/o docentes, sino de cómo se articula todo el sistema escolar para rechazar explícitamente cualquier tipo de agresión.
Así, el programa SEL tiene un enfoque multinivel con tres ejes del trabajo: (1) Desarrollo integral y bienestar; (2) Vínculos interpersonales; y (3) Sentido de pertenencia. Es necesario tematizar también el bienestar socioemocional de los y las docentes, promoviendo espacios de autocuidado, y para eso es importante un clima organizacional que apoye estos procesos. Es importante considerar que los docentes son un modelo para los y las estudiantes, no solo transmiten contenidos curriculares, sino también formas de relacionarse con otros. Por esto, se vuelven características relevantes en los docentes la disponibilidad afectiva, una estructura relacional clara, y la generación de un sentido de pertenencia.
Nombre presentación 3: Activando una pedagogía de lo socio-afectivo: ¿Cómo aprenden los profesores y profesoras a trabajar en el ámbito socio-emocional?
Expositora: Cecillia Banz
Resumen presentación:
Para entregar educación socioemocional, los y las docentes deben aprender la pedagogía de lo socio-afectivo. Es más probable que los profesores aprendan esta pedagogía cuando hay una visión institucional compartida, en la que se ha planteado la necesidad de desarrollar este ámbito. Es importante que esta necesidad y visión institucional hayan sido una construcción colectiva de todos los actores escolares, no solo una decisión impuesta por los equipos directivos. Además, es más probable que se produzca este aprendizaje cuando se visibiliza la relevancia y pertinencia que tiene formar en esta dimensión en el mundo de hoy.
Para fomentar el aprendizaje de la pedagogía de lo socio-afectivo, se debe reactivar el sentido de lo formativo, brindando un acompañamiento y apoyo para dejar de disociar lo cognitivo de lo afectivo, y para distinguir la educación socio-emocional de la disciplina y manejo conductual. Se debe sostener una visión de la pedagogía de lo socio-afectivo como un proceso que no significa domesticar estudiantes, sino es el resultado de un proceso de desarrollo que requerimos acompañar. Es necesario entender que son procesos de largo plazo, no elementos de cambio conductual instantáneos.
Si aspiramos a formar ciertas habilidades en nuestros estudiantes, es lógico pensar que se debe intentar desarrollar directamente esas habilidades. Pero se trata más bien de crear contextos que sean las raíces para ese desarrollo. Estas raíces corresponden a las necesidades que tienen los y las estudiantes de afecto, conexión emocional, confianza, pertenencia, seguridad y de sentirse parte significativa de una comunidad. Para satisfacerlas, algunos elementos que deben estar presentes en la formación continua de los docentes son: (1) Concepciones teóricas que expliquen con claridad cómo se produce el desarrollo socio-emocional; (2) Estrategias para la creación de contextos afectivos y comunidades de buen trato; (3) Miradas con respecto al rol del adulto y específicamente el profesor en la promoción del desarrollo socio-afectivo; y (4) Estrategias metodológicas que permitan trabajar las competencias socio-afectivas a la vez que los objetivos académicos.
Para esto, el trabajo sobre la emocionalidad docente resulta fundamental. Es importante desarrollar en los profesores la capacidad de mentalización, de interpretar las acciones de otros en términos de sus estados mentales, aprendiendo a leer lo que subyace a la conducta. Para esto, el estudio de caso ha resultado ser una estrategia efectiva que activa la emocionalidad docente: se trata de comprender, en instancias de trabajo conjunto, la conducta de los estudiantes a partir de su historia familiar, la calidad de sus vínculos, y su contexto comunitario. De esta manera, los y las docentes pueden conectar con las necesidades socio-afectivas de esos estudiantes, más que con los resultados conductuales que estos factores producen.
Finalidad: Formar a docentes en educación socio-emocional implica ir más allá del entrenamiento de habilidades, hacia aprender a cultivar relaciones y trabajar desde los vínculos. Se trata de comprender que la mejor vía para formar habilidades emocionales es la configuración de un contexto que permita la emergencia del potencial humano de conectarse con otros y convivir. Para esto, resulta muy importante un marco institucional que promueva y apoye este desarrollo de habilidades socioemocionales en distintos niveles, y que tenga políticas explícitas de buen trato.
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