El director del Doctorado en Ciencias del Desarrollo y Psicopatología (DCDP), Dr. Jaime Silva, fue consultado por El Mercurio sobre los trastornos alimenticios que pueden verse acrecentados a raíz del estrés de la pandemia y el confinamiento.
Al respecto, el Dr. Silva dijo que “los desórdenes de salud mental en general se resienten en las condiciones actuales, y los trastornos de la conducta alimentaria no son la excepción”. Agregó que “se observan episodios de sobreingesta de alimentos por las condiciones de confinamiento y la angustia frente a lo que está pasando”, dice Silva.
Con esto tratan, inconsciente y compulsivamente, de calmar esa sensación de inquietud, ya que el acto de comer libera neurotransmisores, como la dopamina, que hace sentir placer. Pero el asunto se vuelve un círculo vicioso porque esos alivios momentáneos no resuelven las causas objetivas de la angustia o ansiedad.