La Unidad de Adultos del Servicio de Psicología Integral SPI, de la Facultad de Psicología en Concepción, confeccionó una guía en ayuda y apoyo para la salud mental del personal, que ha trabajado constantemente combatiendo la crisis sanitaria que está sufriendo nuestro país a raíz del Covid 19.
Siendo trabajador de la Salud, ¿Cómo cuido mi salud mental durante la pandemia?
Reacciones psicológicas del personal de Salud en estado de crisis sanitaria
La respuesta psicológica de los trabajadores de la salud frente a una epidemia de enfermedades infecciosas es compleja. Las fuentes de angustia pueden incluir sentimientos de vulnerabilidad o pérdida de control y preocupaciones sobre la salud de uno mismo, la propagación del virus, la salud de la familia, cambios en el trabajo y el aislamiento.
El hecho de que COVID-19 es transmisible de humano a humano asociado con alta morbilidad y la evolución potencialmente fatal, puede intensificar la percepción de peligro personal. Además, la escasez previsible de suministros y la creciente afluencia de casos sospechosos y reales contribuyen a las presiones y preocupaciones de los funcionarios de la salud.
¿Cómo enfrentar esta situación de crisis?
Identificar los cambios experimentados a nivel emocional, conductual y físico: es relevante poder tener momentos de automonitoreo y así poder darse cuenta de las señales de estrés, ansiedad, cambios de humor, irritabilidad, frustración, defensividad, aislamiento emocional, insomnio, dolencias físicas, presión en el pecho, cefaleas, pesadillas, pensamientos obsesivos, dificultad para pensar con claridad y cualquier otro síntoma o malestar.
A veces son los otros cercanos quienes se dan cuenta y pueden expresar su preocupación, por lo cual estar en contacto cotidiano con personas cercanas e importantes afectivamente es un factor protector.
Dentro de las estrategias para afrontar situaciones difíciles, existen distintas alternativas, algunas de ellas están centradas en la acción, mientras otras están centradas en la percepción. La principal diferencia entre ambos grupos se encuentra en mi propia capacidad para afectar la situación.
Dentro de las orientadas a la percepción, podemos encontrar estrategias que nos permiten tomar una perspectiva diferente, ante una situación que no podemos cambiar o afectar directamente. Nos permiten utilizar la frustración como un motor de la motivación, en lugar de un freno, o un lastre emocional. Por ejemplo, si me encuentro carente de insumos médicos. ¿Qué puedo hacer al respecto? ¿Qué no puedo hacer al respecto? Habrá situaciones genuinamente frustrantes, pero cuando no es posible hacer nada con ello, el mantenerse centrado en esa situación, solo consumirá nuestro tiempo y energía. Recursos que podrían ser destinados a situaciones que efectivamente pueden ser mejoradas, aún a nivel parcial, por nosotros.
Un árbol de decisiones que puede facilitar el afrontamiento es el siguiente:
Mientras más consciente somos del carácter de la situación que enfrento, mejores decisiones puedo tomar respecto de nuestras propias acciones, evitando el descontrol emocional y la crisis. Ampliar nuestro abanico de respuestas de afrontamiento potencia nuestras posibilidades de desarrollar mayores niveles de salud psicológica.
Es relevante poner atención a la sobre interpretación de la realidad como excesiva atribución a factores personales en el difícil manejo de la situación de crisis; tener una mirada realista y comprensiva de los recursos personales y laborales, así como claridad de los alcances de la propia labor frente a las limitaciones dadas por la situación de pandemia.
Buscar y promover los factores protectores familiares y grupales. Por ejemplo, tener un momento en el dia tanto de conectarse con el estado interno, así como de dialogar con otros significativos.
¿Qué puedo hacer para cuidar mi salud mental durante esta crisis?
Este momento de crisis nos conecta inevitablemente con nuestra fragilidad y vulnerabilidad. Al mismo tiempo, nos desafía a poner en marcha nuestros recursos personales para enfrentar la alta demanda, y deja poco espacio para conectarnos con lo que significa para cada uno lo que vamos experimentando. Es relevante en algún momento, tal vez pasado el período mas crítico donde no hay espacio para parar, poder mirar hacia adentro y reflexionar sobre la experiencia vivida, tanto en nosotros mismos, como con nuestros vínculos. Darnos un espacio para detenernos y reflexionar acerca de qué hemos aprendido de nosotros mismos que nos ayude a seguir viviendo de una mejor manera.