En el contexto de la Semana i, el Dr. Gabriel Reyes M. (CARE-UDD), en conjunto con dos estudiantes doctorales; Mauricio Barrientos y Martín Castro, desafiaron a 30 jóvenes de distintas carreras UDD a convertirse en investigadores por un día.
El equipo del Dr. Reyes invitó a los inscritos en este desafío a probar la idea: ¿Puede el mero hecho de hacer creer a una persona que está ingiriendo un fármaco, presentar efectivamente el efecto de éste? Para probar esta idea, Martín Castro y Mauricio Barrientos entrenaron a los alumnos UDD a implementar todas las fases que supone un protocolo experimental.
El protocolo consistió en dividir el grupo en dos. A una sección se le indicó que tomarían un placebo antes de ser evaluados cognitivamente. Al segundo grupo, se les indicó que tomarían un fármaco que aumentaría su ansiedad y estrés, sin mencionar si esto pudiese (o no) afectar el desempeño en tareas cognitivas. Cabe mencionar que, todos los participantes del estudio sólo recibieron un placebo: una simple dosis de azúcar.
Los resultados confirmaron la hipótesis del Dr. Reyes. A los participantes que se les hizo creer que estaban bajo el efecto de un fármaco (20 mg de Hidrocortisona: cortisol artificial), presentaron una disminución de su capacidad de atención y cognitiva en un rango significativamente inferior al grupo control (Placebo).
Estos resultados sugieren que creer o no creer en los efectos de (ciertos) fármacos pudiese ser un factor relevante al momento de evaluar su efectividad; al menos en aquellos fármacos para el tratamiento del estrés y la ansiedad.