Es Psicóloga de la Universidad de Concepción, Supervisora Clínica y especialista en Psicoterapia, Terapeuta Familiar y en Pareja y, además, es Coordinadora Cínica Docente del Servicio de Psicología Integral Concepción (SPI). Claudia Contreras se destaca como profesional en distintas áreas de la psicología, pero hay una que hace poco le valió un gran reconocimiento: la docencia. Con humildad,  el mes de abril aceptó el reconocimiento como Docente Destacado, correspondiente al año académico 2015, del que comenta que  “no es merecido, hay muchos otros profesores probablemente mejor que yo”.

Lo cierto es que las evaluaciones hablan por sí solas y el premio ya fue otorgado. Por lo mismo, indagamos en lo que la docente sintió al recibir esta noticia, cómo llegó a este lugar y cuáles son sus recomendaciones para que la docencia mejore cada día.

¿Cómo te sentiste al recibir este premio que reconoce tu docencia?

Primero que todo, fue una sorpresa, pero de verdad sorpresa, nunca lo imaginé. Tampoco era algo que estuviera en mi cabeza como algo que quisiera lograr, pero lo recibí con humildad y pienso que no es merecido, que probablemente muchos de mis colegas sean mucho mejor profesor que yo.

¿Cómo crees que lograste llegar a este reconocimiento?

Lo he pensado harto, y siempre me ha llamado la atención el cariño que me muestran los alumnos después de muchos años, y pensando en eso, es que creo que tiene que ver con un aprendizaje que he tenido a través del tiempo. Cuando comencé en docencia me di cuenta que habían muy buenos alumnos y otros no tan buenos. Pensando en responsabilidad, organización, estudio, capacidad reflexiva, etc. Algunos sacaban la carrera en los años estipulados y otros demoraban un poco más. Sin embargo, todos tenían éxito de una u otra manera. Todos se dedicaban al servicio, a ayudar a las personas. La mayoría de los buenos alumnos eran buenos profesionales, sin embargo, no todos los buenos profesionales fueron los mejores alumnos. Me di cuenta entonces que lo que yo hacía, y no sé si es distinto a mis colegas, es creer en los recursos de todos y tratar de desarrollar al máximo competencias que ni ellos creen que tienen. Muchos se sienten inseguros al principio, por lo que intento asegurar que se establezca un clima de respeto y competencia consigo mismo y no con los otros.

¿Cuáles son las estrategias que utilizas en el aula de clases?

Desde el principio, me aprendo los nombres de pila, los saludo siempre, si veo que alguien está complicado, me acerco y le pregunto, uso mucho el humor. Mis clases son muy participativas de mucha práctica, intento trasmitirles mi experiencia no sólo con los aciertos sino también con los errores. Utilizo metodologías participativas, evaluaciones con rúbricas, debates, trabajos en grupo. Solicito que se evalúen entre ellos, y les pido que se fijen especialmente en los recursos, retroalimento sistemáticamente y les digo directamente donde tienen que poner más atención.

¿Cómo crees tú que has innovado en docencia? ¿Vinculas estas estrategias anteriores con la innovación?

Aplicando estrategias de evaluación auténtica, ya que el aprendizaje tiene que ser significativo y vinculado con los que será su ejercicio profesional. La cátedra de recepción pasiva cada vez es menos significativa para los alumnos de hoy en día.

¿Por qué crees que fuiste tú la ganadora?

Creo que fue una casualidad que justo ese semestre hubo más alumnos que disfrutaran y aprovecharan mi estilo. Y creo que debe haber sido bien peleada la competencia.

¿Cómo es la relación con los alumnos en los ramos que dictas?

Muy cercana, son cursos con pocos alumnos y con mucha práctica. Hago un esfuerzo por estar muy atenta a los procesos de aprendizaje de los alumnos, sus avances y sus dificultades, y creo que ellos lo notan, creo que sienten mi preocupación y la valoran.

¿Qué recomiendas, de forma general, para obtener buenos resultados en la docencia?

Creo que los docentes de la carrera son muy buenos, innovadores y cercanos. Imagino que si cada docente disfruta haciendo lo que hace y respeta su estilo, además de estar atento a las diferencias que traen los alumnos y potencian sus recursos, estoy segura que obtendrán buenos resultados.

¿Algo que te gustaría agregar de tu vida personal o experiencias?

Llevo trabajando en docencia en esta universidad hace como 15 años. Desde que recuerdo, he logrado una buena relación con los alumnos y creo que de una pequeña manera he contribuido a su desarrollo personal. Pero este proceso es bidireccional: yo he aprendido mucho de todos ellos, de sus experiencias, de las distintas maneras de aprender y de las distintas maneras de aceptar sus dificultades. Lo que me llama la atención más que todo, es que ellos valoren tan bien la estructura, el ser estricto con los plazos que se estipulan en el cronograma y con todo aquello que se haya acordado con anterioridad. Eso les da un orden en el que moverse y si a eso le agregamos un trato personalizado, el resultado es muy bueno.