En la clase magistral titulada “Bienestar infantil y educación”, los expositores Jaime Alfaro y Javier Guzmán, ambos psicólogos y especialistas en bienestar infantil, se refirieron a una investigaciones de presencia nacional inserto en el Programa “Habilidades para la Vida”, donde se encuestaron a niños de escuelas municipales con índice de vulnerabilidad mayor.

El objetivo de la clase magistral fue centrar definiciones con respecto al bienestar infantil y la escuela, de acuerdo a estudios que se han realizado y presentar de qué se trata el programa nacional “Habilidades para la vida”.

Javier Guzmán, psicólogo y consultor del programa nacional ya mencionado, señaló que el estudio consistió en medir el riesgo en la sala de clase desde la visión del profesor, con el único fin de aumentar el éxito de aprendizaje en los alumnos, disminuir la deserción, entre otros.

“Un 18% de los niños se intervienen, llevándolos a talleres preventivo y voluntario, donde se invitan a los padres y profesores a participar durante 10 sesiones. Luego de ser apoyado en ciertas habilidades y competencias que les permitan tener una mejor participación en la escuela, en actividades extra programáticas, relación con sus pares y mejorar el proceso de aprendizaje”, señaló Guzmán.

Por su parte, Jaime Alfaro, presentó un informe preliminar acerca del primer estudio nacional de bienestar subjetivo en la infancia, llamado «Escuela y Bienestar en el Estudio de Calidad de Vida y Bienestar Subjetivo en la Infancia». En el reporte se pudo observar que niños de 3°, 5° y 7° básico, fueron muestra para conocer percepciones sobre diferentes aspectos de la relación con la escuela.

El especialista manifestó que se estudiaron casos de 2.444 niños de Valparaíso, Concepción y Santiago y que se utilizaron instrumentos totalmente validados, como Student Life Satisfaction Scale (SLSS) de Huebner (1991) compuesta de 7 referidos a la satisfacción global de la vida, entre muchos otros.

Dentro del cuestionario, se realizaron preguntas a niños entre 8 y 12 años, vinculados con el gusto por asistir al colegio, de los que un 43,5% estuvo de acuerdo. Además se midió el índice de vulnerabilidad que tenían para comprobar si había alguna relación en el disgusto de los que un 7,6% respondió estar muy en desacuerdo.

Jaime Alfaro, indicó que el motivo por el que se decide estudiar el bienestar subjetivo tiene que ver con conocer su estado y sus determinantes en poblaciones específicas, ya que les permite conocer la calidad de vida «realizada» o lo que podremos llamar el estado de desarrollo integral de una conectividad (Veenhoven, 1994).