El día jueves 18 de abril se llevó a cabo la primera capacitación para ayudantes de la carrera de Psicología, sede Santiago, jornada que ya se realizó en Concepción el mes pasado.
El propósito de la capacitación fue poder abordar el tema de la “Evaluación para el Aprendizaje”, con el objetivo de reflexionar cómo son las ayudantías y cómo evaluar la retroalimentación de los alumnos, factor clave en el proceso de aprendizaje.
A la actividad asistieron alumnos ayudantes, profesores ayudantes (alumnos ya titulados), ayudantes presenciales, ayudantes correctores, y ayudantes que están dentro de la sala de clases con los profesores. La jornada estuvo guiada por la psicóloga educacional Pilar Valenzuela, Coordinadora Académica y del Proceso de Enseñanza- Aprendizaje de Psicología, quien estuvo acompañada por María Paz Silva, Asistente de la Coordinación Académica, y por María José Campos, Coordinadora de Bachillerato de Pregrado.
En la ocasión, se presentaron los resultados de la evaluación de ayudantes 2012, para así poder reflexionar de forma conjunta sobre la labor del ayudante en el aula y cómo estos son percibidos por los alumnos.
“En general observamos que el 49% de nuestros ayudantes están calificados dentro de un excelente desempeño, un 19% buen desempeño, un 10% un desempeño mínimo esperado, un 5% un deficiente desempeño y un 17% en muy deficiente desempeño”, señaló María Paz Silva, resultados que responden a una pregunta de las preguntas formuladas en la evaluación docente.
En este contexto, se les invitó a los asistentes a reflexionar respecto a los datos presentados, y sobre cuál es la motivación de ser ayudante, qué espera de los alumnos y qué aspectos se pueden mejorar de las ayudantías.
“Ojalá nunca se nos olvide que cuando estamos haciendo docencia, independientemente del rol que ocupen, tenemos que pensar siempre en nuestros alumnos, en cómo ellos aprenden, de qué manera están bien, y cómo los disponemos al aprendizaje”, manifestó Pilar Valenzuela.
Además, la psicóloga aconsejó a los ayudantes a democratizar las decisiones que se toman, y así repartir el control y las responsabilidades.
“Hay ciertos momentos en los que uno debería negociar sobre la mejor manera de aprender y la mejor manera de demostrar un desempeño. Esto es así hoy en día, ya no existe esta forma de trabajo vertical y lineal, porque las relaciones actualmente son diferentes, y por tanto se debe buscar la forma de consensuar y conversar sobre los contenidos”, señaló Pilar.
Entre las reflexiones entregadas por los propios ayudantes, destacaron el considerar siempre las opiniones y percepción que tienen los alumnos, buscar nuevas formas para entregar el contenido, y no sorprenderse al momento de recibir malos resultados, sino que darse cuenta de las deficiencias por sí mismos y corregirlas.
“Son desafíos que nos van mejorando en la práctica, y recoger las opiniones de los alumnos y compañeros es muy relevante, pues el objetivo finalmente es el aprendizaje”, concluyó Pilar.