“Cambio y Psicoterapia: ¿Hasta dónde podemos cambiar? ¿Qué se cambia cuando se cambia?”, fue el nombre del coloquio organizado por la Facultad de Psicología de la Universidad del Desarrollo, y que contó con la participación de destacados especialistas en el tema: la psicóloga Ety Rapaport, el psiquiatra Luis Tapia y el sociólogo y doctor en Filosofía, Rafael Echeverría.

En una primera etapa, cada académico presentó sus puntos de vista respecto del cambio en la conducta humana, los factores que inciden en estos cambios, las modificaciones conductuales y los orígenes que los producen, entre otros temas.

Posteriormente se dio paso al debate sobre la efectividad de la psicoterapia, las bases biológicas y socioculturales que sustentan el cambio,  y los resultados esperables, de acuerdo al enfoque epistemológico desde donde se concibe a la persona y sus posibilidades de transformación.

Tanto el Dr. Tapia como la psicóloga Ety Rapaport basaron sus argumentos desde la clínica y la investigación en psicoterapia. Desde esta ultima perspectiva, los panelistas enfatizaron que la evidencia muestra que los factores que sustentan el cambio en psicoterapia son la alianza terapéutica y la congruencia entre el modelo del terapeuta y sus prácticas clínicas. Lo anterior pone de manifiesto la importancia que tiene la relación terapéutica como factor decisivo del cambio.

Ety Rapaport, hizo referencia a que la psicoterapia se ha mostrado efectiva en trastornos neuróticos y en menor medida, en trastornos límites de la personalidad. Donde queda un gran camino por recorrer es en las patologías mas graves, donde aun no se han demostrado cambios estructurales significativos. También quedó planteada la necesidad de generar más evidencia respecto a que es lo que explica el cambio, desafío especialmente relevante para una institución universitaria.

Por su parte el  Dr. Echeverría cuestionó los enfoques más tradicionales de la psicología, que fundan sus planteamientos desde un modelo de  enfermedad como condición del ser humano y pone de relieve la necesidad de que la psicología avance a un modelo de hombre sustentado en el cambio y la transformación. Se refirió a la disciplina del coaching ontológico y la visión filosófica que lo sustenta, práctica que ha resultado muy efectiva, ya que  permite potenciar y aumentar las capacidades de las personas para enfrentar distintos desafíos.

En la oportunidad se sugirió que los futuros psicólogos deben cuestionar su visión de ser humano, acerca de sus posibilidades de cambio y transformación, con el fin de transitar a un modelo intersubjetivo, donde el terapeuta juega un rol activo en el proceso de cambio de los pacientes. En este contexto se vuelve fundamental que asuma activamente un compromiso con su desarrollo personal.