Las competencias específicas se organizan en 7 dominios considerando los conocimientos, habilidades y actitudes que las y los psicólogos despliegan en distintos contextos profesionales. Las definiciones de las competencias se organizan considerando los siguientes elementos: acción esperada, conocimientos y/o saberes, situación o problemática psicosocial, y contexto profesional.
• Dominio teórico: Integrar de manera coherente contribuciones conceptuales, teóricas y técnicas de las corrientes o enfoques de la psicología para la comprensión, problematización e intervención de fenómenos psicosociales que promuevan el bienestar psicosocial de personas, grupos, organizaciones y comunidades en distintos contextos de desempeño profesional.
• Integración sistémica: Integrar de manera coherente las dimensiones biológicas, psicológicas y socioculturales de fenómenos psicosociales para su comprensión, en distintos niveles de actuación (individual, grupal, organizacional y social) del quehacer del/la psicólogo/a.
• Rigurosidad científica: Implementar la rigurosidad del pensamiento y el método científico en los distintos quehaceres del/la psicólogo/a (diagnóstico, diseño, intervención, evaluación e investigación) en distintos contextos de desempeño profesional.
• Diagnóstico: Desarrollar procesos de diagnóstico (diseño, implementación, socialización) de fenómenos psicosociales para la comprensión sistémica de ellos en distintos contextos del quehacer profesional del/la psicólogo/a.
• Intervención: Desarrollar procesos de intervención pertinentes y contextualizados (diseño e implementación) para el abordaje de fenómenos psicosociales en distintos niveles de actuación (individual, grupal, organizacional, social) en contextos de desempeño profesional.
• Evaluación: Desarrollar procesos de evaluación de intervenciones psicosociales, pertinentes y contextualizados, para la comprensión del proceso, resultados e impacto de intervenciones desarrolladas en contextos de desempeño profesional.
• Habilidades Socioemocionales: Desarrollar procesos de autocuidado, autoevaluación, regulación emocional y comunicación efectivos, que contribuyan a establecer relaciones interpersonales empáticas y constructivas en los distintos contextos de desempeño profesional.
