«Mi experiencia de pre-práctica fue un poco diferente a lo esperado. Escogí el área psicojurídica, porque mi sueño siempre ha sido cursar un programa de formación en Psicología Forense.
El hecho que mi pre- práctica haya sido online fue una experiencia que nunca pensé en vivir, pero que valió la pena totalmente. Pude obtener, además de mi formación en el área psicojurídica, una experiencia clínica de primera mano con un paciente real en el Servicio de Psicología Integral (SPI), cosa que nunca imaginé hacer. La Psicología Forense siempre será algo que me apasiona, pero obtuve un amor por la clínica que nunca podría haberlo tenido si no fuera por esa experiencia y creo que esto es esencial para una buena formación forense futura.
En cuanto a la enseñanza en el área psicojurídica, creo que está a un nivel muy alto, con profesionales formados y con experiencia en el tema, que te van guiando especialmente en lo relativo al diagnóstico psicológico y en el diseño y ejecución de un plan de intervención acorde con las necesidades del consultante. El equipo de docentes me iba asesorando y apoyando siempre, de una manera cercana, y eso es algo que siempre apreciaré. Aprendí múltiples cosas, que me servirán para el futuro, y de eso no me arrepiento.
El SPI me brindó la oportunidad de surgir en un campo que me encanta, y espero que todo lo aprendido se pueda aplicar en un futuro cuando sea profesional».