Representantes de diversas agrupaciones contaron a los alumnos del Diplomado en Educación Inclusiva cómo ha sido su experiencia en colegios e instituciones de educación superior al tener capacidades o condiciones distintas a las de la mayoría.
¿Cómo es la experiencia educacional para quienes forman parte de grupos habitualmente excluidos en Chile? Ésta era la gran interrogante que se debatió el pasado viernes 9 de septiembre en el Foro de la inclusión: experiencias en contextos educativos, organizado por el Diplomado en Educación Inclusiva (DEI) de la Facultad de Psicología UDD.
En la cita participaron alumnos del DEI y también profesionales externos interesados en la temática. Los encargados de contar sus experiencias fueron: Robinson Díaz (Dificultades de desplazamiento), Paulina Guzmán (ciega), Marcelo Quinteros (Síndrome de Down), Alejandro Fernández (Síndrome de Asperguer), Alejandro Hidalgo (sordo), Andreas Triantafilo (Diversidad sexual) y María Nieves Catrón quien contó su experiencia como Educadora Diferencial.
Alejandro Hidalgo destacó que es fundamental que los colegios empiecen a enseñar Lengua de Señas, ya que lo considera aún más importante que impartir inglés: “nosotros somos otra cultura, por lo que es importante que podamos convivir, no que nos integren o incluyan”. A su vez, Almendra, quien también tiene discapacidad auditiva, enfatizó en la necesidad de que los psicólogos también aprendan esta lengua, puesto que “cuando yo quiero contarle mi problema a un profesional, tengo que estar sentada junto a un intérprete y ¿dónde queda la privacidad?, ¿en quién confío? No es justo que deba existir una tercera persona para yo poder comunicarme”, dijo.
Otro de los testimonios fue el de Robinson Díaz, quien coincide con Alejandro en que en las escuelas debe haber una convivencia porque somos todos diferentes de una forma u otra. Por otro lado, Andreas Triantafilo considera que lo que falta en los colegios es una educación emocional. “Las instituciones priorizan lo académico y dejan de lado lo más importante para el ser humano: sus emociones”, recalcó.
Carolina Recabarren, asistente y asesora UAP Inclusión del DuocUC manifestó que «mi experiencia fue muy positiva, poder escuchar los relatos de dificultades vividas en primera persona me conmovió, además de sentirme convocada a ser más activa en la tarea de inclusión. Considero que el grupo invitado fue muy diverso , lo que enriquece la experiencia comunicativa y nos da una perspectiva que realza la importancia de abrir estos espacios de difusión para construir una sociedad más inclusiva», afirmó.
Finalmente, los asistentes valoraron la realización de esta actividad que permitió conocer en boca de sus protagonistas cómo es estudiar en Chile cuando se tienen características, condiciones o capacidades diferentes a las de la llamada “mayoría”.