Tras participar del desafío de la “Semana i” en Santiago, “Pintando regalo un pedacito de libertad”, las estudiantes de segundo año de Psicología UDD, Josefina Riedel y Rosario Gaete quisieron ir más allá y buscaron una forma de mantenerse vinculadas con el sistema penitenciario, ofreciendo su ayuda para mejorar, en parte, la calidad de vida de mujeres privadas de libertad.

Josefina declara que desde siempre les llamó la atención cómo funcionaba el apoyo a los internos de las cárceles. “El primer día de nuestro desafío no queríamos irnos de la cárcel de San Miguel. Queríamos seguir ahí para ayudar a las mujeres que estaban presas. Fue increíble como pudimos generar un vínculo a través de la conversación de igual a igual, liberándose de miedos y prejuicios”, afirma.

A raíz de lo anterior es que a Rosario y Josefina se les ocurrió realizar talleres de “Zumba” a las trabajadoras del Centro “Talita Kum, Mujer levántate” para infractoras de ley que tienen buena conducta. A través del vínculo que mantiene la consultora Target DDI y su área de Responsabilidad Social, pudieron conseguir un espacio en las actividades que tienen las mujeres y, así visitarlas cada jueves para enseñarles las coreografías que ellas mismas preparan.

“Los jueves nosotras no tenemos clases, entonces se nos ocurrió que este día era perfecto para dedicarlo a ellas. Pensamos en un taller de reflexión o conocer lo que sienten, pero al final, quisimos darles un momento de entretención, risas y deporte. Podríamos habernos quedado acostadas o haciendo otras cosas, pero sentimos que esta experiencia es mucho más gratificante que hacer algo para nosotras”, manifestó Rosario sobre su iniciativa.

“No es fácil hacer estos talleres, pues tenemos otras cosas como los estudios, pero no sentimos para nada este tiempo como “perdido”, sino que todo lo contrario. Espero que lleguen los jueves y agradezco tener ese tiempo para cumplir nuestro compromiso con ellas. Llegamos a las 15:00 horas a Target y de ahí nos demoramos una hora en llegar al centro que queda en San Miguel, y luego salimos cerca de las 18:00 horas, pero realmente vale la pena invertir todo este tiempo”, agregó Josefina.

Ambas tienen pensado seguir con esta iniciativa y, en un futuro, trasladarse al Centro de Detención Preventiva de San Miguel, pues consideran que las internas necesitan mucha más actividad para que puedan distraerse de su privación de libertad. “Creemos que para ellas sería mucho más enriquecedor, y lo bueno, es que tenemos el apoyo de las gendarmes para hacerlo. Esperamos concretarlo más adelante”, comentó Rosario.

Josefina afirmó que este acercamiento con otras realidades ha sido relevante, ya que, en primera instancia, se veía mucho más como una psicóloga clínica, pero que actualmente, el área social ha la ha cautivado. Finalmente, hizo un llamado tanto a sus compañeros de carrera como de universidad a la acción. “Me gustaría que menos gente mirara y se quedaran sentados o nos felicitaran y más se sumara a iniciativas como ésta, pues hay mucho más por hacer”, concluyó la estudiante.