En entrevista para Comunicaciones de Psicología UDD, la psicóloga de la Universidad Diego Portales y estudiante del Doctorado en Ciencias del Desarrollo y Psicopatología UDD, Francisca Cuevas analiza en profundidad los beneficios de tener animales en el hogar, además de explicar el aumento de adopción de mascotas en el 2021, entre otros temas.
Esponjosos, tiernos, compañeros, cariñosos y/o a veces todo lo contrario; venerados desde la antigüedad y ahora en la actualidad cada 8 de agosto celebran su día: los gatos.
Ese compañero que más de alguna vez lo hemos visto en los hogares de algún familiar, en las calles o fotos de amigos/as, y es que, en Chile, según el Censo de Perros y Gatos de la Subdere- a cargo del Registro Nacional de Mascotas- existen 4.176.029 en nuestro país.
A raíz de esto, la Psicóloga Francisca Cuevas, estudiante del Doctorado en Ciencias del Desarrollo y Psicopatología UDD, especialista en la relación humano-animal, conversó con Comunicaciones de Psicología UDD para analizar los beneficios de tener mascotas en el hogar; el concepto de humanización de estos animales; las diferencias entre un perro y un gato, entre otros temas.
–Francisca, ¿cuáles son los beneficios generales de tener gatos? Y ¿en la salud mental?
En términos generales, se han observado una serie de beneficios, por ejemplo, se ha visto que a nivel fisiológico, disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares y las personas experimentan más calma. Distintos estudios han concluido que hay una disminución del ritmo cardíaco en tareas de alta complejidad cuando se está en presencia de la mascota, así como una disminución de la presión arterial, especialmente en las mujeres.
En términos de salud mental existen beneficios a nivel socioemocional. Por una parte, se ha estudiado que los gatos pueden ser una fuente adicional de apoyo de las emociones, incluso sustituyendo el contacto con otras personas. Por esto mismo, en el caso de personas que viven solas, asumen un rol relevante, ya que el animal es visto como un “amigo” que influye positivamente en la autoestima al no juzgar Friesen, 2010). Permiten desarrollar la empatía, ya que el animal de compañía también debe ser capaz de iniciar, modular y cesar sus comportamientos del ser humano acorde al contexto (Boyer, 2014).
-Francisca, según el Registro Nacional de Mascotas, la adopción de gatos aumentó del 2021 respecto al 2020, ¿por qué las personas están prefiriendo a los gatos como mascotas? ¿cuál es la diferencia entre tener un perro y un gato?
Creo que aún es necesario poder estudiar las razones exactas por las cuales las personas están prefiriendo gatos que perros, pero dentro de las grandes diferencias que podemos enmarcar están:
-Francisca, respecto al anterior estudio mencionado, ¿la pandemia fue un factor para el incremento de adopciones de gatos?
Sin lugar a dudas. Si bien, aun se están realizando los análisis del estudio nacional, en el contexto internacional se ha visto que hubo un incremento en la adopción de animales. En el caso de los gatos, tiene que ver con lo que mencionaba anteriormente, el apoyo social.
Hay que recordar que la situación de pandemia trajo una serie de consecuencias a nivel psicológico en las personas, entre esas reacciones de angustia, conductas de riesgo como el aumento del consumo de alcohol y drogas, y/o el desarrollo de trastornos específico como el trastorno de estrés postraumático (Urzúa, Vera-Villarroel, Caqueo-Urízar & Polanco-Carrasco, 2020). Habitualmente, en momentos de crisis, las personas buscan apoyarse mutuamente, buscando consuelo y compartiendo momentos con otros, pero esto no fue posible con las medidas impuestas tales como la cuarentena y el distanciamiento social.
A medida que las personas se distancian entre sí, el contacto con las mascotas se vuelve esencial como fuente de apoyo y bienestar físico y emocional (Vincent et al., 2020). Incluso, se plantea que los animales podrían prevenir los síntomas del estrés postraumático que pudiera emerger en esta situación (por ejemplo, O’Haire, Guérin y Kirkham, 2015 en Nieforth, & O’Haire, 2020).
En el caso particular de los gatos, estudios a nivel internacional han mostrado que, el interés en la adopción de gatos se ha mantenido posterior a la pandemia, debido a la fácil aclimatación de los felinos a la vida indoor.
-Francisca, cada vez se ve a más personas con animales “humanizados”, los visten, les compran juguetes, duermen con ellos y los tratan como si fueran sus hijos/as ¿cómo se analiza esta tendencia? ¿Tiene relación directa con la baja natalidad que hay en Chile?
El fenómeno de humanizar a los animales se llama antropomorfización y tiene que ver con atribuir características humanas, tales como emociones y sensaciones a los animales. Este fenómeno surge desde una necesidad que tenemos los humanos de poder afiliarnos con otros, incluyendo otras especies y con una larga relación ancestral que hemos desarrollado con los animales. Por ejemplo, en distintas culturas aparecen los animales dentro de las mitologías, incluso siendo dioses o apareciendo en figuras como los tótem. Por lo tanto, la antropomorfización es algo que nos trasciende como especie. Se ha visto que este afecto del ser humano a los animales de compañía, es universal, trascendiendo a culturas y edades (Levinson & Mallon, 1997).
La demanda de mascotas para llenar espacios afectivos en los entornos familiares, el aumento en la capacidad económica de las clases sociales
Ahora bien la nueva tendencia con la baja natalidad y el aumento de las mascotas, es algo que tendremos que analizarlo a largo plazo, por que es relativamente nueva y hay varias razones que aparecen dentro de este fenómeno.
Entre ellas aparece:
– Francisca, ¿qué debe tener en cuenta un dueño al educar a su mascota?
Cuando se va a educar una mascota, es necesario primero, contemplar el bienestar animal, considerando las 5 libertades:
Cuando tenemos cubiertas estas necesidades básicas, debemos revisar nuestro hogar. Es decir, cómo es el contexto en el que yo vivo y cuáles son los límites que voy a establecer con mi mascota. Los dueños tienen que delimitar cuales son los espacios a los cuales puede acceder el animal de compañía, así como las conductas que son aceptadas. (Hirschman, 1994 en Díaz & Rodríguez, 2019).
Algo que yo siempre recomiendo es el enriquecimiento ambienta el cual busca atender a las necesidades fisiológicas del animal mediante la adaptación, propiciada por el buen estado de salud y oportunidades ambientales
