El 6 de mayo de 2021 y, luego de más de media década de investigación, la prestigiosa revista “European Journal of Trauma and Dissociation”, presentó el trabajo liderado por Rodrigo Correa, académico UDD, doctor y connotado psiquiatra, en colaboración de Matilde Bortolaso, psicóloga egresada de nuestra universidad y MSc. en King’s College London; y, Nicolás Rodríguez, psiquiatra de la PUC.
El trabajo neurofenomenológico titulado: ¿Cuál es la naturaleza de la alteración de la temporalidad en los estados alterados de conciencia relacionados con el trauma?, presentó un esquema que reúne la neurociencia, la filosofía , psiquiatría y psicología. El proyecto buscó describir cómo es que se produce la disfunción temporal en personas que padecen Trastorno por Estrés Postraumático, quienes de alguna forma viven en un “tiempo interno”. Bortolaso aclara que “es precisamente la falta de sincronía, o lo desincronizado, lo que estamos proponiendo que, no sólo sucede en algunos pacientes con TEPT, sino que las psicoterapias basadas en evidencias enfocadas en trauma, en cierta medida, aportan en “volver a sincronizar” el tiempo interno de la persona”, declara.
El modelo se gestó desde una perspectiva filosófica, teniendo como base el concepto de la temporalidad. Cimientos desde el que más tarde se incorporó información sobre neurociencia, psiquiatría y psicología. Correa justificó que la unión de disciplinas se debió a que “contar con puntos de vista diferentes haría al manuscrito más robusto conceptualmente, pero además debido a que la cantidad de información sobre la que se trabajó me parece inabordable si no es en el contexto de un equipo de trabajo”.
Trabajo multidisciplinario donde nuestra alumni, Matilde Bortalaso jugó un papel preponderante en el área de su especialidad. La psicóloga contó que fue invitada por Correa a participar con la intención de tener “miradas frescas”. Para ella, el proyecto significó: “tener la posibilidad de plasmar mi visión de la Psicología como disciplina, en lo que, sin duda, haber estudiado en la UDD tuvo una influencia. Comprender que la Psicología contemporánea tiene el deber de poder «conversar» con otras disciplinas es parte central de la experiencia que viví en este proyecto”.
Asimismo, dentro de la hipótesis se elaboran posibles formas de tratamiento para estos pacientes como, por ejemplo, por medio de terapias que “sincronizan temporalmente a la persona” para que se conecte con su entorno, saliendo del estado alterado de conciencia generado por el estrés postraumático. Un ejemplo sería la terapia de EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares, en inglés.
Esta terapia “es un modelo psicoterapéutico que se ha posicionado como el tratamiento de primera línea para el trauma psíquico. Nosotros, en nuestro trabajo, planteamos que, además, podría cumplir el objetivo de sincronizar la vivencia de temporalidad en el paciente, ya que, dentro de otras cosas, pareciera ser que el paciente realiza predicciones temporales en el curso de la psicoterapia. Es importante que el objetivo del EMDR no es realizar predicciones temporales, sino que eso es algo que nosotros planteamos que puede ser uno de los componentes que este modelo psicoterapéutico tiene que podría explicar por qué funciona como “re-sincronizador temporal”, explica la psicóloga.
Para Correa, el tratamiento actuaría como verdaderas «terapias de re-sincronización temporal», permitiéndole al paciente recuperar la perspectiva temporal del evento traumático, para que nuevamente sea capaz de realizar ese viaje en el tiempo mental pero ahora desde el presente.
Son opciones que se abren de cara al futuro y a una incesante intención por mejorar la calidad de vida de las personas que sufren de este tipo de trastornos psiquiátricos específicos. Correa, también médico cirujano de la Universidad Santiago de Chile, afirmó que ahora llevarán el proyecto a un terreno experimental, cuyo interés será “probar o refutar la hipótesis a partir del estudio de pacientes que han sufrido este tipo de traumas tan graves”.
