Las pataletas infantiles son un desafío frecuente para padres y cuidadores, especialmente entre los dos y los cuatro años. En un artículo de El Mercurio, la Dra. Daniela Aldoney, directora del Laboratorio Familia, Apego, Adolescencia e Infancia (FAIN) de la Universidad del Desarrollo, abordó este tema, enfocándose en los errores más comunes que cometen los adultos y cómo evitarlos.
Según la especialista, uno de los principales errores es que los adultos se desregulen emocionalmente al enfrentar una pataleta. “Desregularse puede ser empezar a gritar o indicarles a los niños cosas como ‘cállate’. Eso no sirve, porque el niño está buscando en el exterior una manera de regularse. Entonces, el adulto tendría que ser el corregulador, modelar cómo este niño puede bajar la intensidad de esa emoción para poder nuevamente llegar a un estado de tranquilidad”, señala.
La Dra. Aldoney también explica que dejar solos a los niños durante una pataleta no es recomendable. “El niño, cuando hace una pataleta, es porque le faltan herramientas para poder manejar esa emoción. Solo no va a aprender a regularse. El niño necesita la corregulación de otros. Es decir, necesitamos entregarles herramientas a los niños para que más adelante puedan ser capaces de regularse solos”, comenta.
Estas indicaciones resaltan la importancia de la presencia y la calma de los adultos para ayudar a los niños a atravesar este tipo de situaciones. Para la experta, el manejo adecuado de las pataletas puede marcar una diferencia en la forma en que los niños aprenden a gestionar sus emociones, promoviendo un desarrollo emocional saludable a futuro.