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Día contra el Ciberacoso: un llamado a la reflexión y a la acción

El Ministerio de Educación de Chile ha definido el 14 de marzo como el Día contra el Ciberacoso, invitándonos a reflexionar sobre las causas y consecuencias de este fenómeno en la vida de niños, niñas y adolescentes, recalcando la importancia de prevenir la violencia y fomentar una ciudadanía democrática y respetuosa en el mundo digital.

En la sociedad actual las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) constituyen un aspecto fundamental de la vida de las personas y han transformado la manera en que interactuamos. Es importante destacar que el desarrollo de las TIC ha proporcionado herramientas beneficiosas para niños, niñas y adolescentes, asociadas principalmente al aprendizaje, las comunicaciones, la entretención y la prevención de conductas de riesgo. Sin embargo, también ha favorecido la aparición de fenómenos negativos y preocupantes como el ciberacoso.

¿Qué es el Ciberacoso?

El ciberacoso, si bien se comprende como una forma de agresión entre pares por medio del uso de herramientas tecnológicas, puede adoptar múltiples formas o comportamientos, entre las que se incluyen: la difusión de rumores, la ridiculización o degradación de otra persona, la discriminación, la búsqueda de venganza, entre otras. Estas situaciones no sólo afectan negativamente a quienes son directamente víctimas de estos comportamientos, sino que también afecta a quienes ejercen las agresiones, quienes son testigos de éstas y a la comunidad en su conjunto. Específicamente, numerosas investigaciones han evidenciado que el ciberacoso puede generar consecuencias negativas a nivel emocional, social y académico.

En el caso de Chile, la progresión en el acceso de los hogares a Internet ha presentado un gran aumento en las últimas décadas, pasando de 16% en los años 2000 a un 94,3% al 2024 lo que supone un progreso muy significativo, con riesgos que se han ido manifestando el el mismo periodo. En ese sentido, los estudios sobre la prevalencia del ciberacoso a nivel nacional e internacional han evidenciado cifras alarmantes. En Latinoamérica las cifras oscilan entre un 2,5% y 58% y, específicamente en Chile, estudios recientes evidencian que el 47% de los y las adolescentes y jóvenes de entre 15 y 29 años ha sido víctima de ciberacoso.

Esta creciente interacción en redes sociales y otras plataformas en línea, especialmente en la población infanto-juvenil, ha facilitado la comunicación y la conectividad, pero al mismo tiempo, el mundo cibernético se ha convertido en un espacio en el cual es común la ocurrencia de fenómenos de violencia. El ciberacoso debe abordarse desde un enfoque multinivel, donde se integren los esfuerzos de las familias, las comunidades educativas y la ciudadanía en general, siendo indispensable que se continúen desarrollando iniciativas gubernamentales para enfrentar esta problemática.

Acciones clave para prevenir el Ciberacoso en el ámbito escolar

Basándonos en la evidencia científica, algunas acciones útiles para prevenir el ciberacoso que pueden implementarse en el contexto escolar se relacionan con:

1) La implementación de programas de concientización, mediante la organización de talleres y difusión de información, sobre el ciberacoso y sus consecuencias, orientando a la comunidad sobre acciones que pueden realizarse para prevenirlo

2) La implementación de programas de alfabetización digital centrados en el uso responsable de las redes sociales y la web que permita abordar sus funcionalidades e incorporar orientaciones sobre ciberseguridad, privacidad en línea, protección de los datos personales y formas de monitoreo parental para las familias, con perspectiva de género

3) Contar con protocolos de búsqueda de ayuda y denuncia de los incidentes de ciberacoso que sean comunicados con claridad y estén a disposición de toda la comunidad educativa

4) Involucrar a toda la comunidad educativa en las acciones de prevención y promoción, considerando a directivos, docentes, asistentes de la educación y familias que permita articular esfuerzos en la identificación de las señales del ciberacoso, las formas en que pueden brindarles apoyo a niños, niñas y adolescentes y la importancia de la relación familia-escuela

5) Evaluar la percepción de la comunidad educativa sobre las medidas implementadas y las posibles necesidades para diseñar e implementar acciones en el futuro.

El conjunto de estas acciones, en particular cuando se involucran a los diversos estamentos de la comunidad educativa y su territorio, pueden contribuir significativamente a la reducción de los casos de ciberacoso y promover un entorno digital más seguro para niños, niñas y adolescentes. En conjunto, como comunidad, se puede promover un espacio digital seguro y libre de violencia.

* Texto elaborado por: Ph.D. Jorge J. Varela, Ph.D. Elizabeth Pardo, Mg. Roy E. Hídalgo, Mg. Francisca Cuevas, Ph.D. Ana María Espinoza, Ph.D. Paulina Guzmán, Ph.D. Paulina Sánchez, Mg. M. Belén Valdivia, miembros del Laboratorio de Convivencia IBEM UDD.