El libro «Métodos de análisis crítico del discurso» de los autores Ruth Wodak y Michael Meyer fue publicado por la Editorial Gedisa en el año 2003 (285 páginas).
Como red de estudiosos, señala Ruth Wodak, el análisis crítico del discurso (ACD) nace a principios de los años 90, luego de un simposio realizado en Ámsterdam, en enero de 1991. Naturalmente, antes de ello, existe una serie de publicaciones que van configurando el clima propicio para que este grupo científico surja en todo su esplendor. La aparición, por ejemplo, de la revista Discourse and Society, de los libros Language and Power, Language, Power and Ideology, y Prejudice in Discourse serán algunos de los ladrillos que sostendrán dicha red.
El presente volumen reúne precisamente a los autores de tales libros, exponentes todos ellos del análisis crítico del discurso, y de variantes o matices ligados a su quehacer o fenómeno de estudio. Así, además de los artículos de Ruth Wodak y Michael Meyer, compiladores del volumen, hallamos documentos de Norman Fairclough, Siegfried Jäger, Ron Scollon y Teun A. van Dijk. Cada uno de ellos expone sus consideraciones en torno al ACD y la forma en que lo han utilizado para abordar desde textos extraídos de la televisión o la prensa hasta datos recogidos mediante observación participante.
En rigor son 7 los capítulos que componen este libro. Los dos primeros pertenecen a Wodak y Meyer, respectivamente, y abordan de manera amplia la génesis del ACD, sus conceptos principales, sus enfoques, y sus implicancias políticas, sirviendo de este modo como capítulos introductorios para quienes desconozcan los alcances del tema. De partida se enfatiza que el ACD se propone investigar de modo crítico la desigualdad social tal como viene expresada, señalada, constituida, legitimada, por los usos del lenguaje. Así, los conceptos de poder, de historia y de ideología pasan a ser centrales en el ACD. Ahora bien, en sus diversas manifestaciones, el ACD se encuentra anclado a distintas teorías que incluyen las perspectivas microsociológicas, las teorías sobre la sociedad y el poder derivadas de la tradición de Foucault, y la gramática. En cuanto al tema de la operatividad de los conceptos teóricos en la investigación, el ACD se encuentra próximo a la grounded theory en que la recogida de datos puede ser un proceso que no necesita estar terminado para comenzar el análisis respectivo.
En relación a los distintos artículos de los autores es posible señalar que Siegfried Jäger se halla cercano a las explicaciones estructuralistas del fenómeno discursivo planteadas por Foucault, donde análisis de discursos y de dispositivos son centrales, y donde sugiere que el estudio debiera dirigirse a textos extraídos de la televisión y de los reportajes de la prensa. Ruth Wodak es la que presenta una mayor orientación lingüística, intentando explícitamente establecer una teoría del discurso. En cuanto a la obtención de datos, la autora señala la necesidad de incorporar siempre trabajo de campo y datos etnográficos con el fin de explorar el objeto sometido a investigación, como condición previa a cualquier análisis y teorización. Teun van Dijk, por su parte, se encuentra en la vertiente sociopsicológica del ACD, donde éste debiera basarse en una juiciosa teoría del contexto y en el que la teoría de las representaciones sociales juega un papel medular. En apariencia, el objeto de estudio serían los discursos difundidos por los medios de comunicación de masas. Norman Fairclough se basa en la lingüística sistémica funcional, teoría que analiza el lenguaje tal como es configurado por las funciones sociales que está destinado a realizar y preferiría –como en el caso de van Dijk– discursos de los medios de comunicación, lo que junto con proporcionar datos no reactivos implica ciertas restricciones derivadas de eso mismo.
Por último, Ron Scollon podría ser considerado el microsociólogo del análisis del discurso y, en efecto, denomina a su enfoque análisis mediato del discurso (AMD), el cual, compartiendo los objetivos del ACD, escoge reformular el objeto de estudio desde una perspectiva que presta atención a los discursos en su relación con cuestiones sociales hacia una atención a las acciones sociales mediante las que los actores sociales producen las historias y hábitos de sus vidas diarias, lo que configura la base sobre la cual se produce y reproduce la sociedad. En su caso, la observación participante como herramienta de investigación pasa a ser central y es el más cercano a vincular el micronivel de la acción con el macronivel de las comunidades.
A lo largo del libro los autores van utilizando diversos ejemplos que ilustran el modo en que han utilizado sus herramientas y la forma en que han solucionado algunas trabas en el proceso. En resumen, un libro que permite conocer un panorama amplio del ACD en la actualidad, con un buen nivel de profundidad y la posibilidad de escoger profundizar en alguno de sus matices dependiendo el objeto de estudio al cual nos dediquemos.
Horacio Salgado F.
Director Centro de Investigación y Mejoramiento de la Educación
Facultad de Psicología
Universidad del Desarrollo