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Cómo enfrentar situaciones complejas post PSU

Catalina GarcíaCatalina García
Directora del Programa de Formación en Postgrado en Psicología Educacional
Facultad de Psicología
Universidad del Desarrollo

Ya todos quienes rindieron la Prueba de Selección Universitaria conocen sus resultados, y ahora resta decidir cuál es la mejor opción de carrera o institución. A los que les fue bien, felicitarlos, y a los que no se sienten satisfechos con su puntaje, tranquilidad. Si bien obtener un buen puntaje PSU es importante, tampoco se juega la vida completa.

Es importante tener en cuenta que el riesgo al fracaso siempre existe, y en caso de que suceda, hay que darse el tiempo de pensar con calma y evaluar las opciones de acuerdo a la realidad de cada uno.

Consejos:

Es válido estar enojado y frustrado, se deben aceptar las emociones y aprender de la experiencia. Luego es preciso buscar apoyo en otras personas para evaluar los escenarios alternativos disponibles, como nuevas carreras, prepararse un año más, trabajar o estudiar en un preuniversitario, etc. Siempre hay alternativas y es muy bueno conversarlo para conocer la visión de los otros y tener más elementos a analizar, pero es importante que sea finalmente el hijo o hija quien tome la decisión.

El rol de los padres es primordial. Ellos deben enfocarse en calmar la angustia que produce que un hijo no logre lo que se esperaba, en el entendido que se viva como fracaso. La tarea de la familia es visualizar opciones hacia adelante, más que reproches hacia atrás.

Se debe estar atento a cómo es su hijo o hija. Si necesita encerrarse y estar un día solo sin hablar con nadie, hay que respetar su espacio, y lo mismo en el caso contrario.

Dejar la casa e irse a estudiar a otra ciudad

Es común que la familia deba enfrentar la partida hacia otra ciudad de quien ingresa a la Universidad, especialmente cuando se vive en ciudades pequeñas que no cuentan con instituciones de educación superior.

Claramente es una situación compleja, especialmente para los hijos, pues implica comenzar a manejar varios factores que antes no estaban en su vida, como administrar el dinero, las cosas de la casa, comer bien, movilizarse en un sistema diferente de transporte público, entre otras. Aparte de enfocarse en los estudios, ahora deben preocuparse de asuntos domésticos y sociales, lo que ocupa espacio mental y emocional.

Lo importante es generar redes de apoyo en el nuevo lugar de residencia, ya sean familiares, amigos, grupos comunitarios donde compartan intereses como la música, el arte, la lectura, o la misma experiencia de haber dejado el hogar para estudiar; ver en la Universidad qué tipos de soportes existen en el departamento de Recursos Humanos o con la Asistente Social. Todo esto con el fin de sacar provecho a las oportunidades disponibles.

Si bien para los papás también es una situación angustiante, no deben transmitir ese tipo de sentimientos a los hijos. Es totalmente fundamental que los padres no olviden el rol que cumplen dentro de la familia, su deber es contenerlos y no tratarlos como pares.

Además, deben darle a conocer que confían en sus capacidades y autonomía para enfrentar la nueva etapa, decirle que cuentan con la familia frente a las decisiones que deban tomar. No se debe generar presión extra innecesaria, pues además de dificultar el proceso de estudiar, no permite ver las muchas posibilidades que siempre seguirán existiendo.